Miguel Reyes González / En picada

AutorMiguel Reyes González

El jueves pasado fue presentada la edición más reciente del Pulso Metropolitano de Seguridad. Ni el Gobernador Jaime Rodríguez ni Fuerza Civil salieron bien parados.

El estudio, auspiciado por organismos civiles y elaborado por el Tec de Monterrey, mide la percepción de seguridad en la zona metropolitana de Monterrey y del compromiso de las autoridades para disminuir los índices delictivos, así como la confianza en los distintos cuerpos policiacos y militares.

Son precisamente los dos últimos rubros en los que, tanto el Mandatario estatal como Fuerza Civil, muestran una marcada tendencia a la baja desde el inicio de esta Administración. La caída más drástica corresponde al Gobernador.

En la medición de abril de 2016, la más alta para él, 25 por ciento de los ciudadanos encuestados consideraron que Rodríguez estaba comprometido a resolver el tema de la inseguridad. Para el reporte de septiembre de este año, sólo 9.2 por ciento lo ve dedicado a combatirla.

Fuerza Civil, que gozaba del más alto nivel de confianza entre la población, sobre los demás corporaciones policiacas del Estado, cayó de 19.5 por ciento en 2016 a 12.8 por ciento de ciudadanos que expresaron tenerle mucha confianza.

Que el nivel de compromiso de Rodríguez en el combate a la inseguridad, percibido por la población, vaya en picada, no debe sorprender a nadie y ya ni siquiera es lamentable. Lo lamentable, en todo caso, es que permanezca en un cargo para el que ni es digno y mucho menos apto.

La enorme pérdida de confianza de la ciudadanía hacia el Gobernador en cuanto a la lucha contra la delincuencia, seguramente se extiende hacia el resto de su gestión. Sobran los ejemplos en los que Jaime Rodríguez les ha fallado a los habitantes de Nuevo León.

Tiene razón en sentirse solo, como lo expresó el viernes en una gira de trabajo. Aunque probablemente no ha dimensionado el grado de soledad en el que se encuentra.

En Galeana afirmó que se defenderá, sin ayuda de nadie, de la sanción que el Congreso pretende imponerle. Y, también sin dimensionar el personaje con el que se comparó, dijo que está como Nemo, el pez de la película. Nemo, un pez de caricatura y además de los que son conocidos como peces...

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