Miguel Reyes González / Grave

AutorMiguel Reyes González

Muy grave es lo que el Secretario de Seguridad del Estado reveló, después de que la semana pasada informó que había presentado su renuncia. Y es grave en más de un sentido.

El jueves 3, Aldo Fasci dio la nota al anunciar que dejaría el puesto por no poder realizar su trabajo con entera libertad y control de la dependencia a su cargo. Sin embargo, dijo que al día siguiente vería al Gobernador para precisarle los motivos de su inconformidad y solicitarle todo su apoyo. De esto último dependería si continuaba o no al frente de la Secretaría.

Ese viernes el funcionario no se reunió con Jaime Rodríguez, aunque sí hablaron por teléfono. Después de esa charla, Aldo Fasci anunció que permanecería en el cargo y, en una entrevista para EL NORTE, aclaró que no había presentado formalmente su renuncia.

No fue lo único ni lo más importante que dijo. Más allá de sus contradicciones sobre haber dimitido o no, Fasci hizo públicas diversas turbiedades e ilícitos dentro de su Secretaría, sobre las que emprenderá distintas acciones, desde la destitución de siete funcionarios hasta denuncias penales.

Un primer conjunto de irregularidades corresponden al área administrativa donde, de acuerdo con el Secretario, ha habido negligencia y posibles actos de corrupción. El director administrativo, ahora cesado, había sido Francisco Estrada Corral, un personaje cercano a Jesús Hernández, quien está encargado de la Contraloría estatal y es amigo personal de Jaime Rodríguez.

En un segundo bloque de situaciones graves están 80 elementos de la Secretaría, operativos y de escritorio, de quienes se sospecha que estarían vinculados al crimen organizado. Fasci anunció el lunes pasado que ese día presentaría las denuncias correspondientes.

El tercer conjunto de hechos delicados tiene que ver con el área penitenciaria. Además de toda clase de objetos prohibidos, encontrados en los centros de reclusión, se descubrió hasta un microlaboratorio donde se fabricaba droga.

A todas luces resulta obvia la gravedad de cada uno de los hechos, por sí solos, manifestados por el Jefe Fasci. Con esas prácticas, no hay estrategia en materia de seguridad que funcione.

Sin embargo, lo que me parece aún más...

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