Miguel Reyes González / Equilibrio real
| Autor | Miguel Reyes González |
El domingo venció el plazo para que el Congreso local eligiera a cuatro magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León. No lo ha hecho aún. Una serie de amparos tienen suspendido el proceso.
Mientras tanto, el Pleno del Tribunal Superior de Justicia designó este lunes a cuatro magistrados interinos. Tres mujeres y un hombre, todos con carrera en el Poder Judicial.
Esta dilación del Legislativo generó declaraciones encontradas entre el Secretario General de Gobierno, Manuel González, y el Diputado local del PAN, Juan Carlos Ruiz.
González se refirió al desequilibrio entre los Poderes y al exceso de éstos en la designación de funcionarios. Para él, el equilibrio estaba "sabiamente establecido en la Constitución", y fue la reforma que el Congreso hizo en el 2017, donde se excluyó al Ejecutivo de la elección de magistrados, lo que ocasiona estos problemas.
Ruiz le reviró al Secretario, acusándolo de tener "vejez política". "No entiende que la ciudadanía ha decidido que el Poder Ejecutivo no decida la integración de los Poderes", dijo el panista.
Ambos tienen razón. Pero al mismo tiempo están equivocados; uno, en su forma de entender el equilibrio de Poderes y el otro, en su falsa alusión a la voluntad ciudadana.
El principio de equilibrio entre los Poderes, plasmado implícitamente lo mismo en la Constitución federal que en la local, se traduce en los contrapesos o límites que unos ejercen sobre otros.
Una forma en la que se dan estos contrapesos es que los Poderes no toman todas las decisiones importantes que les conciernen, sino que algunas deben ser tomadas o ratificadas por otro Poder.
Es el caso de quienes encabezan el Poder Judicial. En Nuevo León, son los Diputados quienes eligen a los magistrados, en base a ternas que envía el Poder Judicial, a través del Consejo de la Judicatura.
Antes de la reforma constitucional del 2017, el Ejecutivo proponía una terna al Congreso para elegir a los magistrados. Ése es el equilibrio que "sabiamente" estaba presente en la Constitución, según Manuel González.
El problema con el "equilibrio" al que se refirió González es que no buscaba ser un contrapeso del Poder Judicial, lo que sería aceptable. El contrapeso del Ejecutivo era, más bien, hacia el Legislativo.
Ambos, el Ejecutivo y el Legislativo, no...
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