Miguel Reyes González / Buenos candidatos
| Autor | Miguel Reyes González |
En una entrevista publicada este lunes en EL NORTE, el líder estatal del PAN, José Alfredo Pérez Bernal, dijo que harán una buena oferta de candidatos para los comicios del año entrante. Y aseguró que recuperarán la Gubernatura.
Sin embargo, Pérez Bernal no dio detalles sobre cuáles son las características que deberán tener esos buenos candidatos. Sólo mencionó, en forma por demás vaga, que tienen auscultaciones, encuestas y grupos de enfoque al interior.
Si no se supiera cómo elige Acción Nacional a sus abanderados, la afirmación hecha por el dirigente estatal resultaría esperanzadora. Pero es demagógica o, en todo caso, parcial.
Un buen candidato, en toda la extensión de la palabra, sería aquel que conjuntara por lo menos un par de condiciones fundamentales: tener el carisma para ganar la contienda, o en su defecto el aparato electoral necesario para ese fin y poseer las cualidades para gobernar bien.
En este país no faltará quien me pregunte de qué sabor quiero mi nieve. Y es que han sobrado más los casos de políticos que fueron mejores candidatos que gobernantes. No en balde, forma parte de la cultura electoral mexicana la expresión "votar por el menos peor".
Pensar en que podemos tener al mismo tiempo aspirantes electoralmente atractivos y gubernamentalmente eficaces es un sueño guajiro.
Igualmente onírico es pretender que pese más en los votantes el talento para la gestión pública y la honestidad que la imagen externa.
A esta disociación entre apariencia y contenido han contribuido los partidos políticos de manera fundamental. Y los medios, en particular la televisión, la han hecho más profunda.
Los partidos no generan candidatos con las mejores aptitudes para gobernar. Echan mano de quienes tengan más posibilidades de obtener el triunfo.
En lugar de armar un perfil y con base en él escoger a los contendientes, los partidos eligen a los candidatos y luego fabrican un perfil y una plataforma a su medida. Esto es así para los puestos de mayor relevancia.
Si el PAN o cualquier otro instituto político verdaderamente quisiera escoger a los mejores candidatos, definiría una serie de rasgos que cada interesado tendría que cubrir. Luego haría una preselección con los aspirantes y entonces los sometería a una elección entre los militantes.
Acción Nacional no hará tal cosa...
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