Mexicar / El derecho ajeno
| Autor | Enrique Canales |
En la Cámara de Diputados, los del PRD, PRI, y sobre todo los del Verde Ecologista, pretendían pasar una ley que nos autorizaba a robarnos las patentes de medicinas extranjeras. El intento fue rechazado y cerca estuvimos de declararnos piratas internacionales. Salvo un miembro, todos los demás en el PAN defendieron la legalidad internacional, logrando junto con un voto del PSN llegar a 177 votos a favor de respetar el derecho ajeno, mientras los piratas lograron 172 votos.
En la próxima elección de diputados cuiden muy bien por cuál partido van a votar. En este caso, los del PRD, los del PRI y los del PVEM nos iban a manchar como lo estuvimos anteriormente cuando los mexicanos estábamos autorizados a robarnos cualquier patente extranjera. Fue apenas en el verano de 1991 cuando, con la promulgación de una nueva ley, comenzamos a respetar el derecho internacional. Fue cuando creamos el valioso Instituto Mexicano de Propiedad Industrial. Los que se oponían entonces son los mismos piratas de ahora.
En los pasados meses, a página entera se intentaba justificar de nuevo el robo de las patentes de las medicinas que aliviaban los padecimientos de cáncer y sida. El argumento es que las medicinas son muy caras y que se podían fabricar aquí mucho más baratas. El mismo argumento utilizan los piratas de Tepito y los piratas de todo el mundo para vender joyas, porcelanas, disquetes, videos y ropa.
Farmacias Similares argumentaba que no es justo que los enfermos pobres no reciban el tratamiento completo porque las empresas trasnacionales venden muy caro su producto, y que si amamos a los pobres enfermos debemos robarnos lo que no es nuestro. En las últimas semanas cambió su postura y aceptó conceder 10 años solamente del derecho a la propiedad de la patente, como si robarse la mitad del tiempo ya los convertía en rateros civilizados. Ellos pretendían disfrazar al robo como algo razonable y compasivo.
Farmacias Similares parece ser un negocio propiedad de Víctor González Torres, familiar de los dueños del Partido Verde Ecologista y que además tienen otras gracias en el negocio de la educación. Estos dueños vienen siendo unos ambiciosos negociantes de enfermedades que, convertidos en políticos dizque nacionalistas, procuran legitimizar la piratería. Si ése es el marco ético con el cual trabajan, no lo dudo que ya hayan copiado y vendido medicinas con patente vigente; espero que no lo hayan hecho. Sin embargo yo que el IMPI investigaba a sus laboratorios...
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