La metamorfosis de 'El Bronco'

AutorOsvaldo Robles

La primera y única vez que Jaime Rodríguez, "El Bronco", disparó un arma fue el 29 de marzo de 2011, el año más sangriento en la historia de Nuevo León.

El entonces Alcalde de García regresaba de un recorrido por obras públicas y hablaba por teléfono con una de sus hijas cuando un convoy de más de 10 vehículos alineados en dos filas lo sorprendió junto con sus escoltas al salir de una curva en la Avenida Lincoln, al poniente de Monterrey.

"Dije: 'uta, ya nos cargó el diablo'", recuerda Rodríguez en su "cantina", una antigua bodega de adobe y techo de madera con paredes forradas de botellas de tequila, fotografías de sus hijos y figuras de caballos, ubicada dentro de su casa, en García.

Después vino el repiqueteo de las balas contra el blindaje nivel 7 de la pick up blanca, el chirriar de los rines sobre el asfalto y la agonía de "El Suave", uno de sus cinco escoltas, herido de muerte.

Al otro lado de la línea, su hija escuchaba el caos.

"Mis recuerdos son de angustia, mucha; de miedo, mucho miedo", narra "El Bronco".

"No sé si le di a alguien, siento que sí, siento que no, ¿para qué te echo mentiras? Trato de recordarlo y es como una nube en mi mente, hasta que subo a 'El Suave' (a la camioneta). Éramos seis contra todos, hasta que se nos acabaron las balas".

"El Suave" murió, pero el blindaje y las maniobras de sus escoltas soportaron el embate.

Apenas un mes antes, "El Bronco" había sufrido un primer atentado cuando su camioneta fue emboscada por hombres que dispararon ráfagas de fusiles de asalto con un saldo de tres agresores abatidos por sus escoltas.

García, una antigua villa que nunca figuraba en la prensa por otra cosa que no fueran sus grutas en vacaciones, acaparó los reflectores internacionales con la historia de su Alcalde que libró dos atentados.

CICATRICES

Quienes conocen a "El Bronco" desde hace más de dos décadas saben que este hombre, comúnmente ataviado en chaleco de cuero café, pantalón de mezclilla y botas, no es el mismo de antes.

Algunos políticos y ex colaboradores que convivieron con él entonces lo describen como un tipo arrogante y prepotente que cambió su forma de ser tras los atentados.

El propio Rodríguez admite que la vida lo ha "amansado".

"Dos mil 800 balas y tener a un cabrón en la ventana descargándote un cuerno de chivo te cambian la vida, compadre", dice.

Pero los atentados no son las únicas cicatrices en la vida de "El Bronco".

El 25 de octubre de 2009, días antes de tomar posesión como Alcalde de García...

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