Más que mera estética

AutorMaría Silva

A diferencia de otras cirugías plásticas cuyos resultados son para que se noten, como aumento de busto o glúteos, en la de orejas se pretende que esta parte del cuerpo se vea tan natural, que deje de llamar la atención.

Pueden estar arrugadas, mal posicionadas, con deformidad o prominentes, que es la causa más común, comparte Rodrigo Merino Arellano, cirujano plástico del Hospital Zambrano Hellion.

Aun cuando es importante la estética, las orejas prominentes en algún momento de la vida afectan la autoestima, porque disminuyen la autoimagen, limitan algunos looks o peinados por el esfuerzo que realiza el paciente por taparse las orejas y porque se hacen susceptibles a las burlas tanto en la familia como en la escuela o trabajo, comparte el especialista.

Sobre todo en la infancia, cuando los niños sufren de bullying o burlas por esta deformidad, pero a veces los papás no ponen mucha atención a las quejas de sus hijos, quienes pueden sufrir de inseguridades a futuro.

"Es una cirugía frecuente que se ha desmitificado un poco, sobre todo respecto al dolor; la gente cree que la oreja es muy sensible", agrega. "Tampoco es absolutamente indolora, pero sí muy tolerable.

"Algo que mucha gente no sabe es que se pueden operar desde niños. A veces los papás consideran que no les afecta o no saben que al niño lo van a molestar en la escuela con burlas; les dicen orejones, infinidad de apodos, y a veces el motivo de consulta es de que tienen las orejas muy grandes, pero en realidad están mal formadas".

La otoplastia se puede realizar a partir de los 6 años. En esta etapa aún no han dejado de crecer las orejas, pero es mínimo lo que falta y no se altera el proceso, advierte el especialista.

"La causa más común de la cirugía es lo que nosotros llamamos oreja prominente (o de asa) y pueden ser una o las dos. También si son asimétricas, que ya de por sí lo están, pero al tenerlas grandes se nota más; y otro motivo es que sean de tamaño normal pero mal posicionadas, es decir, proyectadas hacia adelante, y eso da la ilusión óptica de que están muy grandes", explica.

La frecuencia de este procedimiento es un poco mayor en las mujeres, quizá por estética, pero es muy poca la diferencia respecto a los hombres si se compara con otros procedimientos. Hay algunos que se deciden en los 20, 30, 40 o 50. No les importa la edad para tomar la decisión de operarse, quizá porque han vivido con esa molestia toda su vida, que ha limitado sus peinados o el deseo de destaparse...

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