Mejoran calidad de vida a pacientes
| Autor | Imelda Robles |
Desde el 2011, cuando al francés Louis Urvois, hoy de 73 años, le diagnosticaron Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), él y su familia se dieron a la tarea de buscar algo en el mundo que ofreciera alguna esperanza para la enfermedad.
"Nunca nos pusimos a llorar, nos pusimos a buscar cuáles eran las soluciones, habíamos visto hospitales en Estados Unidos, en Israel, en Alemania, en Suiza, en cualquier sitio donde han hablado de células madre", dice Kersti Urvois, esposa de Louis, vía telefónica desde Francia.
La ELA, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig, es un mal degenerativo que afecta las neuronas motoras, responsables del movimiento.
El 11 de febrero del año pasado, Patricia Roel, quien vive en la Ciudad y desde hace 45 años es amiga de Kersti y Louis, les llamó para decirles que leyó una nota en el periódico sobre una investigación que mejoraba la calidad de vida de las personas con ELA.
EL NORTE publicó ese día que investigadores de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tec de Monterrey encontraron que las células madre extraídas de pacientes con ELA podían hacer la función de neuronas y luego implantarlas en el cerebro, lo que arroja efectos positivos.
Recientemente la investigación había sido publicada en Stem Cells Transnational Medicine, revista científica reconocida internacionalmente, con el título "Differentiation of CD133 Stem Cells From Amyotrophic Lateral Sclerosis Patients Into Preneuron Cells".
La familia Urvois viajó a Monterrey y le realizaron un trasplante autólogo de sus células madre en la corteza frontal motora en el Hospital Zambrano Hellion.
Cuando llegaron a la Ciudad, Louis ya no podía comer alimentos sólidos ni tomar líquidos, su cuello y cabeza ya no tenían fuerza, no podía moverlos.
"Toda la musculatura de brazos y manos ya era inútil, aunque todavía seguía caminando", agrega Kersti, quien tiene a un lado a Louis, sólo que la comunicación por teléfono es un poco difícil de entender por su traqueotomía.
"Otro síntoma que desapareció por completo después de la primera inyección de células madre fueron los calambres en las piernas que le producían dolores atroces, no los ha vuelto a tener nunca más".
'EFECTO POSITIVO EXTRAORDINARIO'
Kersti afirma que su esposo no tuvo ningún efecto secundario y los resultados positivos fueron asombrosos; al día siguiente, ya no había dolor en las piernas, levantó su cabeza y le pidió que lo rasurara, además comió alimentos sólidos.
"Le hizo un efecto positivo...
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