MARKETER / Engañarse

AutorHoracio Marchand

Con mentirse a uno mismo al principio y una sola vez, es suficiente para no tener que mentirle a nadie más. "Si yo me la creo" entonces no le miento a nadie más.

El dicho de que "se cree sus propias mentiras" está basado en una fascinante realidad del funcionamiento del psique.

Me permito un tanto de cinismo para ilustrar algunos puntos:

En la última versión de la película Blanca Nieves, resulta que Maléfica no era tan mala; es más, era hasta medio buena. El problema es que ella fue traicionada por un ser humano, cuando era apenas una adorable e inocente adolescente. Este humano, desgraciado y traicionero, la engaña, la droga y mientras duerme, le mutila sus alas. Es por eso que desconfía de los humanos, sobre todo de aquellos que están representadas por una bella mujer destinada a ser princesa.

Y resulta que Hitler tampoco era tan malo o quizás para muchos, sobre todo alemanes, estaba justificado. Él sólo quería la revancha. Es que los alemanes fueron humillados en la primera guerra mundial; fue injusto el trato que les dieron, casi todo el mundo se alió contra ellos.

Por otro lado, en el mundo corporativo, cuando llega el final de Nokia, sellado con la compra que hace Microsoft en plena derrota para los finlandeses, el CEO de Nokia, Stephen Elop, cierra su discurso diciendo: "No hicimos nada mal, pero por alguna razón, perdimos".

Y no hay que olvidar al CEO Richard Wagoneer, que al borde de la quiebra en el 2009 de General Motors defendía lo indefendible diciendo que la pérdida de valor del 90% "no era su culpa, que tenía un excelente equipo directivo", que las circunstancias del mercado eran el problema.

El punto es que la realidad no existe. Sólo existe la realidad percibida; la realidad subjetiva.

La realidad cambia tan fácil como se cambia la perspectiva. Es como ver a la ciudad desde el automóvil en medio de un embotellamiento, contra verla desde lo alto de un helicóptero, contra verla desde lo alto de un avión o verla desde la luna montados en una nave espacial.

Un experimento sencillo (UCLA) confirma cómo la perspectiva puede ser influida y reta la susodicha racionalidad humana...

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