Mario Castillejos / ¿A qué le tira Guzmán?

AutorMario Castillejos

Cuando la fratricida afición del Universitario se disponía a lapidar a Itamar Batista, el pintoresco delantero brasileño, en legítima defensa propia, contestó la agresión con dos goles que apaciguaron la bronca en el graderío.

Los Tigres, que siguen sin funcionar, se las han ingeniado en los últimos dos encuentros para sacudirse una diferencia de dos goles.

El sábado pasado, tan pronto cayó la anotación que evitó la derrota ante los Pumas, Daniel Guzmán, en un evidente estado de irritación, saltó de la banca y encaró a la tribuna con ademanes sugerentes que bien podríamos interpretar de la siguiente manera: "Ya ven, cab..., soy inocente, soy inocente". Aparte del punto que sumó el equipo del "Travieso", ¿qué otra cosa salvó Guzmán?

Desde mi punto de vista, gracias a que Juárez no ha ganado ningún partido de los últimos 21 que ha disputado, la continuidad del entrenador de Tigres ya no está sujeta al descenso de la franquicia, y por lo tanto, su trabajo no debería ser interrumpido mientras existan posibilidades de clasificar a la Liguilla.

Para su desgracia, en medio de este panorama, podrían existir dos obstáculos adicionales: una pésima actuación en el Clásico regiomontano y el desempeño de la inversión millonaria del brasileño Everton Cardoso en lo que resta del torneo.

Daniel Guzmán debe comprender que cualquier proceso o proyectos a mediano y largo plazo deben ir acompañados de mejoras tangibles, metas superadas y logros consumados.

Y si en la tabla del descenso, donde evidentemente compite contra los equipos más débiles, su trabajo de...

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