Mario Castillejos / Uno, depredador; el otro, presa

AutorMario Castillejos

Mientras que en casa Rayados actuó como un verdadero depredador, los Tigres hicieron las veces de presa en la Ciudad de México.

Calificar la actuación del equipo de Ferretti como "irreconocible" sería mentir. Así se portaron en la jornada 1 contra Puebla, en el Jalisco en el torneo pasado, también en León y contra Rayados en la jornada 17.

Tampoco le podemos achacar lo mostrado a la falta de pretemporada, cuando en las ultimas seis semanas por lo menos han tenido 26 sesiones de entrenamientos para sólo cinco partidos.

El antojo de jugar a velocidad "liga de veteranos" no es nuevo. Y cuando juegan despacito, pausadito y pensadito, no le ganan, ni mucho menos asustan a alguien.

Bastaron 25 minutos para confirmar que también en lo táctico el partido estuvo mal planteado. Juninho y Ayala terminaron desfigurados frente al cara a cara que diseñó el novato entrenador David Patiño, con Alustiza y Castillo. Ya no digamos lo que le hizo Pablo Barrera a Meza por la banda derecha. El extremo Puma que apenas sale de una inactividad de seis meses simplemente se dio gusto al grado que leí de un periodista capitalino el chilango halago de "Barrera pudiera ser considerado para Rusia". En la madre.

También Tigres mostró un reacción en el complemento y por ahí pudo marcar gol. Pero los locales también, al grado de ser perjudicados al no otorgarles un claro penal de Juninho sobre Castillo.

Se puede perder y se puede jugar mal. Pero nunca se les puede perdonar por dejar la intensidad en el autobús.

Ya sé que muchos están pensando que así siempre empiezan y al final juegan para campeonar. Pero el futbol no es tan noble y los Tigres no son tan...

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