Al Margen / Sugerencias a Mel Gibson

AutorLuis Eduardo Villarreal Ríos

La película La Pasión de Cristo ha recaudado millones de dólares en taquilla. Es, sin lugar a dudas, el proyecto más exitoso de Hollywood al documentar las últimas 12 horas de la vida pública de Jesús de Nazaret.

Aunque, es noticia pública, algunos magnates cinematográficos no quedaron conformes por la profesión católica de los principales miembros del elenco, amén de acusar el filme de ser propaganda antisemitista.

Como ocurre siempre que se quiere abordar el Evangelio, Mel Gibson hace una relectura textual traduciendo, fílmicamente en este caso, el destino final de aquel que vino a traernos "vida en abundancia".

Apoyado en el flashback, el director refiere pasajes previos que explican la pasión y muerte de "El Cristo", como él le llama en su filme: la última cena, es uno de ellos; el perdón de la mujer adúltera, otro.

Este hecho, por ejemplo, desenmascaró la hipocresía de los fariseos acusadores, quienes querían aplicar rigurosamente la ley que mandaba apedrear a la mujer (no al hombre, conste) sorprendida en adulterio.

Esto instaló al Maestro en una peligrosa contradicción. Con su actitud estaba subvirtiendo una de las estructuras más sólidas de la cultura judía: el cumplimiento irrestricto de la ley.

Pero Gibson se quedó corto al referir sólo este aspecto conflictivo que, en parte, explica la colisión del ministerio de Jesús con las tradiciones de su tiempo encarnadas en la institución farisáica.

Un pasaje que hubiese aportado más claridad es la expulsión de los vendedores del templo. Ahí se acentúa el antagonismo entre el ministerio profético de Cristo y la estructura religiosa-económica del antiguo Israel.

Recordemos que el templo no era sólo un edificio para el culto religioso, actividad que por cierto redituaba jugosas ganancias a los funcionarios judíos, sino que también era recinto que resguardaba el tesoro de los ricos.

Ahí se oraba, se ofrecían sacrificios, se depositaban las limosnas. Para todo esto se cambiaban monedas, se...

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