Al Margen / El poder ciudadano

AutorLuis Eduardo Villarreal Ríos

Una vez librada la provocación electoral, conviene discernir lo que sigue en materia de participación en el ámbito público.

¿Se reduce el poder ciudadano a la emisión del voto, o hay otras facultades en espera de ser ejercidas? ¿A qué alude exactamente el concepto de "poder ciudadano"?

Hace por los menos 15 años se acuñó el término "empoderamiento para la gente", como si se entendiera que el poder viaja de arriba hacia abajo y hubiera que dispensarlo a la gente, para que ésta lo ejerza.

En realidad el poder sigue siendo de la gente; la gente es la que vota, la que elige un representante que formará parte del gobierno y, por supuesto, la que tiene derecho a exigir la rendición de cuentas.

Se infiere, entonces, que el poder no se ejerce sólo durante la coyuntura electoral, sino que tal ejercicio es necesario de forma permanente para construir nuestra sociedad.

Un ejemplo ilustrará mejor lo anterior. Si el dueño de una óptica pone a un gerente a que la administre, el empleado debe mantener el funcionamiento del negocio con el mismo fin para el que fue creado.

Aunque el propietario no esté presente, el administrador no puede meter ahí maquinitas de juego, o una dulcería; más bien, tiene que rendir cuentas de su trabajo. Si no cumple con su responsabilidad, su jefe podrá poner a otra persona en su lugar.

Igual cosa ocurre con nuestros representantes legislativos. Los contratamos por medio del voto para que se hagan cargo del estado o la Nación, les pagamos su sueldo por la vía de los impuestos, luego, tenemos derecho de exigirles resultados.

La tarea del legislador no consiste en tomar decisiones de acuerdo a su arbitrio o sus intereses, sino la de representar las decisiones y los intereses de la ciudadanía, el verdadero jefe en quien reside el poder, según la Constitución.

Pero todavía se constata un atraso en esta toma de conciencia. La condición ciudadana no termina de aflorar en una población que se considera menor frente a la función pública; ni el votante ha dejado de ser súbdito ni el servidor público ha...

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