Margarita Ríos-Farjat / Frankenstein sale del Congreso

AutorMargarita Ríos-Farjat

Y cuando los ciudadanos pensábamos que en este sexenio lo habíamos visto todo en términos de descaro y cinismo, que salen los legisladores muy orondos a poner también su parte.

Anuncian que aprobaron la iniciativa ciudadana 3de3, como se le conoce a la iniciativa de Ley General de Responsabilidades Administrativas.

Sin embargo, los ciudadanos que la promovieron ya protestaron, empezando por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), cuyo director, Juan Pardinas, calificó como "aberración" la ley aprobada esta semana.

A grandes rasgos, los legisladores recortaron los alcances de los instrumentos de rendición de cuentas (declaración patrimonial, de intereses y de impuestos) respecto a los políticos, y se la trasladaron a los particulares.

El flamante Artículo 32 de la ley, novedad de los legisladores, dispone que están obligados a presentar su declaración de situación patrimonial y de intereses: "a) los servidores públicos; b) cualquier persona física o moral que reciba y ejerza recursos públicos o contrate bajo cualquier modalidad con entes públicos de la Federación, de las entidades federativas y los municipios; c) las personas físicas que presenten sus servicios o reciban recursos de las personas morales a que se refiere la fracción anterior".

Una monería. Frankenstein con moños. La redacción es imprecisa. ¿Qué entender por "ejercer"? Para la Real Academia es "hacer uso".

Compadezco a los atribulados estudiantes que tendrán que encarar su tesis y hacer todavía más declaraciones por la beca que reciben. Seguro que a todos interesa con quiénes se juntan, no vaya a ser que se gasten el dinero de la Nación en parrandas colectivas para ahogar las penurias académicas.

Compadezco a los que sin saber leer ni escribir harán declaraciones patrimoniales sólo porque reciben apoyos de desarrollo social. Vaya usted a saber cuántos imperios de jacales han podido construir los beneficiarios de esas becas. ¡Qué Casas Blancas, ni de Malinalco, ni qué cortinas de humo! ¡Los jacales! ¿Cómo no se nos había ocurrido eso? La riqueza de la Nación entre paredes de adobe. Hay que hacer un inventario puntual de todo eso.

Compadezco a los empleados y profesionistas independientes. Imagínese, llega uno a arreglar la computadora de una compañía y acaba haciendo una declaración patrimonial y otra de intereses porque la empresa tenía un contrato con el Gobierno, y fue salpicado con los recursos de la Nación.

La iniciativa ciudadana no contenía esto, y era más...

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