Margarita Ríos-Farjat / AMLO: otra política

AutorMargarita Ríos-Farjat

Tras varias semanas de tensión a partir de las enfáticas políticas de austeridad del próximo Gobierno, el Presidente electo desayunó ayer con los ministros de la Suprema Corte de Justicia en ese recinto.

El titular del máximo órgano del País, Luis María Aguilar, tiene un escenario complicado porque López Obrador ha insistido en ajustar los sueldos de todos los servidores públicos: bajar a los que más ganan y aumentar a los que menos, reducir las diferencias salariales a 500 pesos si es necesario con tal de lograrlo.

Pero el Judicial no es igual a los otros Poderes porque sus funcionarios viven bajo las amenazas que implica su tipo de trabajo: no es lo mismo administrar políticas públicas, por difícil que sea el escenario, que resolver en última instancia casos que a las personas le significan su libertad, su patrimonio, su familia, y por lo que están dispuestas a cualquier cosa.

No, el Judicial no es igual a los otros Poderes, pero tampoco es ajeno: debe conciliar su función con un proyecto sensato de austeridad.

El futuro Presidente se coloca escalones más abajo, y con ello obliga a muchos a seguirle (su Gabinete, para empezar). En un país de pobreza y desigualdad no es cómodo quedar en los escalones más altos y en primera línea para el escrutinio de una sociedad que acudió por millones a manifestar su indignación votando por un cambio.

No, no es Andrés Manuel en lo personal quien "presiona" a la Corte o a la judicatura, sino los millones de personas que lo respaldan, y eso le da legitimidad para insistir en lo que desde campaña prometió.

Esa legitimidad (palabra que se sentía vacía) parece haberla comprendido el ministro Aguilar, porque desde la autonomía de investidura expuso a López Obrador un plan de austeridad por 5 mil millones de pesos. Con ese gesto Aguilar comunica: "Podemos ajustar muchas cosas, pero no los salarios".

Vamos viendo qué opina el Congreso, pues López Obrador anunció que promoverá una ley para regular los salarios de la esfera pública (aunque la mayoría es afín al nuevo proyecto político).

¿Es el retorno del Presidencialismo a la antigua? ¿Son rasgos autocráticos? No, este gesto expone una forma de hacer política más institucional y abierta. Los poderes del Estado siempre se presionan entre sí, la diferencia entre una buena y una mala política es si esa presión es abierta o se...

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