Marchan con esperanza por la paz

AutorDaniel Santiago

Algunos de amigos de Francisco Martínez han sido asesinados. Una de las causas de raíz, dice este joven de 20 años, es la falta de oportunidades laborales.

Eso mueve a algunos jóvenes a buscar formas ilícitas de ganar dinero. Lo ha visto en su colonia, la Niño Artillero.

"Hay amigos que perdieron la vida en actos reprobables, fueron asesinados. Tengo un amigo que hace poco lo asesinaron fríamente", contó ayer este joven durante la Marcha por la Paz organizada por la Arquidiócesis.

"Ahorita, lamentablemente, por las bajas oportunidades que se le dan a un joven, buscan el dinero fácil. Yo no gano mucho en mi trabajo, pero siempre he dicho que es mejor lavarme las manos bien y no tenerlas manchadas de sangre".

Francisco trabaja como técnico en mangueras y conexiones hidráulicas, y le gusta la batucada.

Con su ritmo, ayer fue uno de los encargados de animar la caminata de unos 600 jóvenes, desde Catedral hasta el Cerro del Obispado con una parada en la Basílica de la Purísima donde oraron por la paz.

Es una marcha que desde hace 10 años convoca la Pastoral Universitaria para hacer visible el papel de la Iglesia católica y de los jóvenes frente a los problemas de violencia urbana.

Procedentes de parroquias de la metrópoli, estos jóvenes que rondan los 20 años son parte de una generación que ha crecido con redes sociales, pero que no conocen un Monterrey pacífico.

Entrevistados por EL NORTE, coincidieron en que desde niños han escuchado de "colgados" en las calles, balaceras y...

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