Manual del Conductor/ Transporte pesado, ¿bendición o pesadilla?

AutorRodolfo Sánchez S

He estado leyendo con interés, el caso del accidente causado por un camión pluma sucedido en días pasados en la ciudad de Monterrey.

Son interesantes las diferentes opiniones que se han vertido al respecto. Aunque todas contienen su grado de verdad, no dejan de ser suposiciones.

El que tiene la verdad es el conductor del camión. El sabe qué y cómo sucedió.

A lo mejor es culpable, a lo mejor lo estamos juzgando mal. Obviamente, los hechos no están a su favor. Sin embargo, todavía no oímos su versión.

Este vehículo, reporta el chofer, se quedó sin frenos en una pendiente descendente y no se pudo detener sino hasta chocar con varios vehículos casi al final de la pendiente, matando a tres jovencitas que tripulaban un Chevy Nova.

Noticieros

Han salido reportajes en los noticieros de la televisión local, donde con el radar, han captado vehículos pesados circulando hasta a 100 kph.

Si esta observación se hiciera más a fondo, a lo mejor podríamos llegar a concluir de que la mayoría de los camiones pesados circulan a velocidades prohibidas en esa calle en particular, aún y cuando es una pendiente.

Es más, esto está sucediendo aún después del accidente. Por lo que también a lo mejor podríamos concluir de que la mayor parte de los camioneros y quizás conductores en general, no cambian sus hábitos de manejo a pesar de haber sabido de accidentes fatales. Lo que confirma la importancia de los hábitos.

Malos hábitos

Un hábito no se quita o cambia de la noche a la mañana, sobre todo los malos hábitos.

Por ende, a lo mejor el conductor del caso cae dentro de estas probabilidades.

Sin embargo, y esto es muy importante, no podremos saber la verdad, hasta que el propio conductor comente con honestidad qué pasó.

Mientras, él, como cualquier otra persona, es inocente salvo que se le pruebe lo contrario.

Sin embargo, esto ya es trabajo y responsabilidad de los abogados y de las autoridades legales para analizar, decidir y juzgar al respecto.

¿Cómo aprendimos?

Los malos hábitos de manejo que tenemos, fueron adquiridos hace ya muchos años. Seguramente aprendimos a la brava nosotros mismos, o quizás un amigo o pariente nos enseñó, quien a lo mejor también tenía malos hábitos de manejo, y de ahí en delante párele de contar.

Los malos hábitos de manejo se van transmitiendo de generación en generación.

A lo mejor podríamos concluir, de que la mayoría de los conductores en México, son malos conductores, quizás agresivos y descorteses y sin conocimientos de manejo...

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