Manual del Conductor/ Parte de la solución
| Autor | Rodolfo Sánchez S. |
Sin ofensa para nadie y reconociendo que hay honrosas excepciones, opino que la disciplina y los valores en nuestro núcleo familiar se han debilitado en nuestra sociedad.
Yo soy padre de familia de tres hijos y he sido testigo de las diferentes etapas por las que fueron pasando. Tuvimos muchas preocupaciones cuando éstos salían en el auto.
A uno de ellos le tuve que suspender el permiso de usarlo por varios meses, cuando tuvo un tercer accidente vial, no grave, pero sí reincidente.
Mi hijo se aburría de los largos sermones y restricciones que tenía con él relacionado con el manejo y sobre todo el hacerlo sin mezclar el alcohol y la velocidad. Siempre me quedaba con el pendiente, pero por lo menos con la satisfacción de haber agotado todos los recursos para lograr crearle la conciencia.
¿Resultó? Pues gracias a Dios que sí, puesto que tengo a los tres sanos y salvos y manejando con responsabilidad. Esta fue mi experiencia personal.
A lo mejor puede funcionar para usted también. ¡Ah!, se me olvidaba decirles que los tres tomaron un curso de manejo en una escuela de manejo y lo aprobaron.
Muchos accidentespueden evitarse
Los accidentes que ocurren a diario en nuestras ciudades muchos de ellos trágicos, quizás pudieron haberse evitado sin enlutar a las familias para quienes hoy todos pedimos a Dios que les dé fortaleza para que soporten su comprensible dolor.
Preguntas importantes
¿Usted le presta el auto a su hijo menor de edad, aunque no tenga licencia?
¿Sabe usted dónde y con quién anda su hijo en el coche?
¿Usa usted o su hijo el cinturón de seguridad? ¿Todo el tiempo?
¿Su hijo ha tenido choques frecuentes?
¿Es responsable su hijo en casa, en el colegio y en general?
¿Le establece usted un horario de regreso a su hijo?
¿Sabe usted si su hijo toma alcohol en exceso, sobre todo en las fiestas o cuando anda con sus amigos? ¿Y qué tal las drogas?
Es la realidad
Son muchas preguntas y podría seguir enlistando más. Además son preguntas muy duras y dolorosas de contestar sobre todo si las respuestas son positivas.
Sin embargo, es la realidad y nosotros como padres de familia tenemos que entrarle para resolverlas con la mejor buena voluntad y paciencia del mundo.
El medio
Basta con que nos demos una vuelta por las discotecas (y fiestas particulares) los fines de semana y ver los "roles" que los jóvenes hacen en las calles.
Que de por sí no tienen nada de malo, pero el problema es que vé usted a los adolescentes manejando con el carro lleno de...
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