Manual del Conductor/ Es la fórmula explosiva

AutorRodolfo Sánchez S.

Los individuos estamos llenos de sentimientos y emociones. Estos afloran de acuerdo a la circunstancias que se nos presentan en la vida diaria y definen las actitudes que tomamos, sean estas positivas o negativas.

La alegría es un sentimiento humano positivo y provoca una actitud positiva. El enojo es un sentimiento humano negativo y provoca una actitud negativa.

Estas dos emociones se presentan en el conductor y definen su comportamiento vial. La actitud que tomemos detrás del volante depende de dos factores importantes: factores internos y factores externos.

Factores internos

Se origina dentro de nosotros, por problemas y circunstancias que se nos presentan en lo personal. El estrés del trabajo nos modifica la actitud. Salimos de la oficina molestos, apresurados y pensando en todos los problemas que enfrentamos durante la jornada.

Toda esta frustración y enojo lo transmitimos a los demás conductores. Nos volvemos agresivos y nos valen los semáforos en rojo y la viejita que va cruzando con su perrito en la esquina... ¡me la echó con todo y perro!

Tal vez en la casa tuvimos una muy fuerte discusión, o voy pensando en las cuentas que aún tengo que pagar, en el refrigerador que se me descompuso, en el pleito con el vecino y en el auto que se me descompuso.

Todos estos eventos alteran mi interior y me desahogo con mi manejo agresivo y contra el primer cristiano que se me cruce en el camino. Las emociones deben de controlarse a la hora de manejar.

Si a lo anterior le sumamos el alcohol o cualquier otra droga, pues ya se pueden imaginar el desenlace.

Factores externos

El clima adverso, el calor, el frío, el ruido, los demás conductores, los congestionamientos, son factores externos que modifican mis actitudes de manejo. Me convierten en conductor agresivo e irrespetuoso de las leyes y señalamientos viales.

Es por eso que la agresividad se presenta más, obviamente, entre los conductores de transporte público. Los taxistas, los conductores de camiones, de carga o de pasajeros.

No es lo mismo conducir en un auto cómodo, automático y con aire acondicionado, que en un autobús cargado de pasajeros que suben y bajan, con calor, y cambiando de velocidades más de mil veces en un día, más tal vez con congestionamiento de tráfico y demás. O en un taxi en igualdad de circunstancias.

Condición de trabajo

Veríamos muchos menos accidentes, si estos trabajadores del volante se desempeñaran en una más amigable condición de trabajo. Los conductores podrían...

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