Manual del Conductor / Prueba de habilidades
| Autor | Rodolfo Sánchez S. |
Las escuelas de manejo enseñan las habilidades esenciales que un futuro conductor debe de tener para "defenderse" entre el mar de vehículos que circulan por la calle. Entre ellas, aprender a "controlar" el auto, a dar vueltas, efectuar cambios, frenar, arrancar, más adelante en la enseñanza, a circular entre los demás sin chocar.
Los reflejos
Los reflejos y las reacciones rápidas son parte del equipo defensivo con que contamos todos. El ejemplo del simple caminar: cuando caminamos lo hacemos haciendo uso de nuestros reflejos e instintos de defensa y de conservación en su máxima alerta, más aún cuando hay peligro eminente. No es lo mismo caminar por las tranquilas colonias residenciales que por ejemplo, en el centro de la ciudad, cruzando las calles entre el bullicio de la gente y los movimientos y amenazas de todo tipo de vehículos.
Nueva York
Al cruzar una calle nuestros instintos en forma automática nos hacen voltear a ver hacia los lados para evitar atropellamientos, hacia adelante para no chocar con otras personas. Tomemos la ciudad de Nueva York como ejemplo entre muchas ciudades grandes del mundo, entre ellas , México, D.F. Ahí el tráfico peatonal es tan intenso que si usted es turista tiene que estar alerta para no ser atropellado por la multitud.
Los que conocen Grand Central Station, habrán visto como mares de gentes salen de los transportes públicos, en dirección al hotel Waldorf Astoria por ejemplo, sobre la calle Park Avenue y la Quinta Avenida, entre otras, salen por el edificio que antes era de Pan Am y abarrotan las calles. Como curiosidad, las mujeres van calzando zapatos tenis, y cuando llegan a la oficina se los cambian por zapatos normales. Están acostumbrados a caminar grandes distancias y a paso rápido, "sin chocar".
Doble circulación
Es tan intenso el tráfico peatonal que ha sido una ya muy antigua costumbre que por una banqueta circulen los que van y por la otra los que vienen. Como buenos latinos que somos y otros foráneos o turistas, nos gusta ir en contra de la corriente, pero al hacerlo tendremos que luchar para avanzar (en sentido contrario), enfrentando miradas no muy amables que digamos.
En vehículos
Cuando conducimos una bicicleta nos apoyamos grandemente en nuestros reflejos y percepciones. Igual con una moto, sin embargo, esta última aumenta considerablemente el peligro porque tiene fuerza motriz, es decir motor, en algunos casos más poderosas que el de los mismos autos y los conductores son más "audaces".
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