Manual del Conductor / Cafres anónimos

AutorRodolfo Sánchez S.

Entre más grande es la ciudad, proporcionalmente habrán más accidentes viales Parece ser que hay una relación directa entre el anonimato y la tasa de accidentes. Entre más conocidos somos, más nos cuidamos de nuestro comportamiento vial.

No todos los departamentos de Tránsito llevan estadísticas confiables, menos en las ciudades y pueblos pequeños, como para poder relacionar estos factores. Pero sí les puedo asegurar de que entre más grande es la ciudad, proporcionalmente habrán más accidentes viales.

Una razón es el incremento del parque vehicular y otra es por la razón que les estoy mencionando. Al incrementarse la "bola" de autos, los irresponsables desconocidos se escudan detrás del anonimato para desbocar sus pasiones agresivas y su falta de educación en general.

Total, nadie sabe quiénes son y fácilmente se pueden hacer los perdedizos entre la confusión.

Qué bueno que nuestras ciudades crezcan y se desarrollen. Pero igualmente se multiplican los problemas sociales, como la falta de servicios adecuados para satisfacer a tan alto número de gentes.

Descentralización

No nos trae ningún beneficio contar con una de las capitales más pobladas del mundo. Todo se complica cuando una ciudad alcanza más de 5 millones de habitantes. ¿Se imagina tener 18 ó 20 millones? No hay estructura vial que esté a la medida de tan magna confusión de gentes y autos.

El anonimato de los conductores se magnifica, por ende, siguiendo el criterio mencionado, la tasa de accidentes también y en forma quizás geométrica, pues al volumen de vehículos hay que sumarle las inadecuadas o inexistentes vías de comunicación.

Culturas distintas

Las culturas viales, es decir el comportamiento diario de los conductores que manejan en la red vial de las ciudades es muy diferente entre una ciudad y otra.

Por ejemplo, el Distrito Federal se comporta de acuerdo a su propia problemática: el volumen de tránsito. Por ende, ahí se maneja desde principios de los años 30 del siglo pasado, de acuerdo a ciertos principios y costumbres derivados de su propio crecimiento.

Los consejos que nos dan cuando vamos a manejar ahí, son variados y coloridos: "Sálvese el que pueda"; "el que pega paga".

En algunos panfletos publicitarios americanos recomiendan de que usted maneje sin voltear a ver quién viene atrás. El otro sabrá defenderse solo, y el que lo sigue también.

Los taxistas se las ingenian para colarse en una intersección congestionada y colocarse de primero y llevarlo al aeropuerto a todo...

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