Empresa/ Mano de hierro

AutorAlberto Barranco Chavarría

Lo interesante, por lo demás, es que el golpe mayor en la urbe de hierro apuntó a los delitos contra el patrimonio de las personas, como el robo y el asalto, cuya incidencia disminuyó 57.7 por ciento, en tanto los ilícitos contra la integridad física se abatían 46.9.

De mil 180 delitos diarios registrados en 1993, la incidencia registró un descenso vertical para ubicarse un lustro después en 590, y descender a 508 en el año 2000.

La fórmula mágica se llamó cero tolerancia.

La acción policiaca abarcó la identificación de individuos que de manera recurrente agredían a personas o bienes en las calles o extorsionaban a comercios. La base de datos se completó con delincuentes prófugos o reincidentes... planteándose en paralelo la ampliación de espacios en los centros penitenciarios de la ciudad.

Más allá, el Departamento de Policía transformó su proceso de toma de decisiones, delegando una mayor autoridad a los mandos medios... previo proceso de depuración de oficiales corruptos y de implantación de un esquema de administración de desempeño basado en la rendición de cuentas.

No es extraño, por ello, con ello, ante ello, que la primera receta que plantea el grupo financiero Bilbao Vizcaya/Bancomer en su estudio "Seguridad Pública", sea justo la aplicación de una política de cero tolerancia.

La exposición de motivos es simple: "Es necesario aumentar la probabilidad de captura de los presuntos delincuentes con una mayor vinculación de los cuerpos policiacos con la sociedad civil, de tal forma que se fomente la denuncia y con mayores flujos de información pueda existir una reacción más efectiva contra el delito. Además, se requiere depurar los cuerpos policiacos, mejorar sus ingresos y prestaciones, e incrementar su capacitación para realizar labores de inteligencia y aprovechar mejor la tecnología disponible".

La propuesta alcanza 8 puntos adicionales:

- Aumentar espacios dentro del sistema penitenciario, lo que implica, entre otras cosas, separar a los reos de alta y baja peligrosidad, a fin de que no existan escuelas del crimen dentro de las prisiones.

- Establecer un código penal homogéneo en materia común para la república, lo que permitiría que cualquier individuo enfrente los mismos derechos y obligaciones frente a una actividad ilícita en cualquier parte del país, evitando que los delincuentes enfrenten nichos de oportunidad en áreas geográficas específicas que hoy representan un menor costo para su actividad delictiva.

- Castigar los actos...

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