Mamás 'modelo 2000'
| Autor | Claudia Guerra |
En el Siglo 16, las mamás mexicanas con una situación económica holgada, atendían a la familia y administraban los bienes de la casa, de acuerdo con el texto de 1524 "De cómo se han de criar las doncellas", del humanista español Juan Luis Vives.
Cuatro siglos después, en el 20, a la mamá se le consideraba de igual forma, como una mujer dedicada por completo al hogar y a la educación de los hijos.
Para 1940, cuando Sabina Salas, hoy de 90 años, tenía a sus cuatro hijos pequeños, no era usual que una mamá trabajara fuera de casa. Los papás eran los que salían y las mamás se quedaban igual: en el hogar y al pendiente de la educación de sus vástagos.
Cuando la mujer de escasos recursos enviudaba, tenía que planchar y lavar ropa ajena, y los hijos decirle adiós a la escuela.
"Las que teníamos hijos queríamos que comieran, que vistieran y que supieran leer y escribir", dice doña Sabina.
Las mamás de hoy siguen con esos empeños, pero el trajinar de la vida contemporánea y la búsqueda de una realización propia, son otros grandes factores que influyen en la forma en que hoy ven la vida.
"A la mamá de hoy el sentido común le indica mucho por dónde irse; la época que le ha tocado vivir, este año 2000, le trae nuevas formas de ser y actuar como mamá", señala la psicóloga familiar Diana Rodríguez de Ibarra, "hoy vemos mamás viudas, divorciadas, mamás solteras, mamás que tienen cargas muy fuertes de trabajo y son cabezas de familia, algo que antes no existía".
Aunque hay muchos tipos de mamás, de acuerdo con estos factores, la mamá regiomontana del año 2000, posee alguna o la mayoría de las siguientes características:
LAS PREPARADAS.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, en 1997 se titularon de licenciatura en Nuevo León 4 mil 61 mujeres, de un total de 8 mil 751 egresados. Es decir, casi la mitad fueron mujeres.
Doña Sabina no llegó a segundo de primaria por varias razones: primero, no quiso acudir, y segundo, nadie la obligó a hacerlo porque para una mujer que se casaría y tendría hijos estudiar no era lo más importante. Lo vital era saber cocinar, lavar y zurcir.
Mónica Contreras Pérez, madre de familia de 34 años, egresó de la Licenciatura en Administración de Empresas, de Facpya de la UANL.
Ella trabaja en una compañía de publicidad y después de mandar a sus dos hijas al colegio y antes de iniciar su actividad laboral, a las 8:00 horas, estudia inglés.
"Es que todos los días hay cosas nuevas...
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