El maestro coleccionista

AutorIsaac Flores

A los 7 recibió su primer Hot Wheels; a los 36 emprendió una búsqueda de los ejemplares más extraños de la marca de coches a escala; actualmente, con 56 años, Bruce Pascal cuenta con una colección valuada en un millón de dólares.

Una bodega de 370 metros cuadrados a las afueras de Washington, Estados Unidos, resguarda, en anaqueles y mesas, los más de 3 mil 500 cochecitos y mil bocetos y planos que Pascal ha reunido a lo largo de su vida.

Algunas de los tesoros que esconde la colección incluyen un molde color beige que reproduce las alargadas líneas del Porsche 917 para su producción a escala en la fábrica; un reconocimiento que se entregó a los miembros fundadores del Club Hot Wheels y una placa metálica que conmemora la semana en la que la planta de Hot Wheels fabricó un millón de carros, en 1969.

"Admito que cuando tenía 7, 8 y 9 años, solía pegarles con martillos y usar cohetes para jugar con mis Hot Wheels", explicó Pascal.

"Ahora tomo mucho más cuidado, los coloco en contenedores especiales de plástico o estuches en la pared a prueba de la luz del Sol para evitar que la pintura se dañe; para los más valiosos, tengo una bóveda a prueba de incendios, donde los guardo en total oscuridad".

Hace 20 años, una nota del periódico llamó la atención de Pascal. Un coleccionista ponía a la venta una van Volkswagen por 72 dólares. De la ventana de esta combi color rosa sobresalían dos...

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