Luis Rubio / Un mundo desconocido

AutorLuis Rubio

Tres expresiones resumen el desencuentro que caracteriza a la economía del País en la actualidad y que explican la parálisis (estancamiento con fuerte propensión a recesión), falta de progreso y pésimos prospectos.

La retórica presidencial podrá disfrazar la problemática con frases rimbombantes como "éste no es un cambio de gobierno, es un cambio de régimen", "cuarta transformación" o "primero los pobres" cuando, en realidad, lo que está ocurriendo es un rápido deterioro.

Algunas de las frases que se han tornado en prototípicas del Gobierno son reveladoras de su visión del mundo, pero especialmente de lo aferradas a un tiempo específico: "Abrazos, no balazos" y "Yo tengo otros datos" reflejan una forma de hacer política y encarar problemáticas clave, pero ninguna es tan indicativa como la que ha expresado numerosas veces a lo largo del tiempo: que "la economía debe subordinarse a la política".

No conozco, ni he observado a político alguno en el mundo, que no desee esto último: hasta hace no muchas décadas, los Gobiernos efectivamente controlaban y administraban las principales variables que hacen funcionar a la economía, pero eso desapareció por el cambio tecnológico y de las comunicaciones que sobrecogió al mundo.

No es casualidad que, a partir de ese hecho, virtualmente no hay país en el mundo -incluyendo a Cuba, Corea del Norte y Vietnam- que no se haya volcado a la atracción de la inversión y lo hayan hecho no por gusto, sino porque no hay de otra.

Yo veo tres temas clave que explican la parálisis que estamos viviendo en materia económica que se derivan de lo anterior. Primero, la naturaleza del mundo económico en el siglo 21 y por qué choca con la estrategia gubernamental; segundo, la importancia de las formas y, sobre todo, de la confianza; y, tercero, la cloaca que destapó el propio Presidente.

En cuanto al mundo económico, la realidad del siglo 21 no guarda semejanza con la de mediados del siglo 20 en que el Gobierno mantenía cerrada y protegida a la economía. La llamada globalización y las cadenas de suministro, además de la ubicuidad y disponibilidad de información fuera del control gubernamental cambiaron la realidad para siempre.

Una vez que se liberalizó el mundo de la economía, ésta dejó de estar bajo control de los Gobiernos y no hay retorno, excepto si se está dispuesto a generar una depresión.

De lo anterior se deriva otro cambio fundamental en las relaciones políticas en torno a la economía: a partir del momento en que...

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