Luis Rubio / México vs. España et al.

AutorLuis Rubio

México llevó a cabo innumerables reformas -tanto económicas como políticas- a lo largo de las últimas cuatro décadas y, sin embargo, los resultados fueron insuficientes o, al menos, muy desiguales.

Algunos sectores y regiones del país crecieron y se beneficiaron, otros se estancaron y no han podido salir de su letargo.

Pero incluso en donde los avances han sido notables, otros factores, como la inseguridad y el desempeño educativo, impidieron mejores resultados.

En esto México contrasta notablemente con otras naciones que emprendieron una ruta reformadora en las mismas décadas pero que, con todos sus avatares, lograron mayores beneficios. La pregunta es por qué.

Cada país tiene sus características, historia, cultura y condiciones particulares.

Algunos viven en un contexto geopolítico que les impone urgencia y reduce latitud en lo que pueden hacer, como podría pensarse de Taiwán, nación sobre la cual pende una enorme presión por parte del dragón asiático y le lleva a subordinar intereses pequeños sobre su viabilidad más fundamental.

Otras naciones experimentaron rompimientos bruscos con su pasado debido, por ejemplo, al fin de una dictadura, como fue el caso de España, Chile y Corea, lo que, por un lado, abrió la oportunidad de transformarse, a la vez que generó una gran presión social para lograrlo.

En Colombia, la recuperación de la nación como entidad viable luego de la era de las mafias del narco -proceso que llevó décadas- obligó a la transformación general de su país.

El común denominador de todas esas naciones es que rompieron con el pasado.

Algunas lo hicieron por la existencia de un gran liderazgo, otras porque las circunstancias así lo provocaron o porque la sociedad no permitió que se dieran desviaciones y tuvo la fortaleza para lograrlo.

Algunas encontraron anclas que les obligaron a seguir un camino, como fue el caso de España y Portugal frente al imán que representaba la entonces Comunidad Europea.

Todas, sin embargo, han procurado una transformación integral, todo ello dentro de las naturales y lógicas restricciones que toda nación enfrenta y que recuerda la famosa frase de Otto von Bismarck de que las leyes y las salchichas siguen un proceso similar de manufactura y lo que sale no es lo más perfecto, sino lo posible.

México ha sido un gran reformador en unos ámbitos y muy pobre en otros. La razón es doble y explica parte de la razón por la cual el electorado actuó como lo hizo en 2018.

Para comenzar, el país no ha...

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