Luis Rubio / Es el miedo...

AutorLuis Rubio

La estrategia presidencial ha sido muy clara: concentrar y consolidar su poder. Su expectativa es que, al recrear el esquema de la Presidencia fuerte de hace medio siglo, la economía automáticamente responderá.

La realidad ha probado ser muy distinta: la inversión privada se ha contraído y la economía se ha desacelerado, con alta probabilidad de entrar en recesión.

Para contrarrestar esta tendencia, el Gobierno ha promovido mensajes por parte de empresarios cercanos, incitando la reactivación de la inversión. El objetivo es loable, pero inconsistente con el entorno en que ocurre.

El ingrediente nodal para lograr el crecimiento de la economía es la inversión privada. Así lo entiende el Gobierno y por eso su activismo promocional.

Lo que estas iniciativas no reconocen, es que no hay inversión porque, al atemorizar al inversionista, impiden que ésta se materialice.

El problema no radica en la lógica del empresario -obvia y absolutamente predecible- sino en el ímpetu gubernamental por hacerla imposible al aterrorizar a los potenciales inversionistas.

En el último año, el Gobierno se ha dedicado a destruir todos los elementos que hacen posible y atractiva la inversión, comenzando por el que es central para el empresario: la certidumbre.

La retahíla de atentados contra la certidumbre comenzó con la cancelación del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y prosiguió con la andanada de persecuciones sin orden judicial, el anuncio cotidiano de nuevas investigaciones y la aprobación de la Ley de Extinción de Dominio, que hace vulnerable a cualquier persona y la somete enteramente a la discrecionalidad burocrática y política de quien es el mandamás del momento.

Es decir, el Gobierno se ha dedicado a erradicar toda fuente de certidumbre y a atemorizar precisamente a aquellos de quienes depende que crezca la economía y se avance en la lucha contra la pobreza, dos de las promesas del Presidente.

Por si esto fuera poco, no hay mañanera en la que no se ataque a una fuente de certidumbre, que se adiciona al desmantelamiento, intimidación o debilitamiento de todas las instancias de contrapeso al Poder Ejecutivo, incluyendo la Suprema Corte y el Banco de México.

La andanada replica una era pasada y contradice al propio Presidente.

AMLO prometió erradicar la corrupción y privilegiar la justicia, pero su actuar ha ido en sentido contrario: el lugar de construir una amplia y ambiciosa estrategia para eliminar las causas de la corrupción a través del...

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