Luis Manuel Garza / Peculado

AutorLuis Manuel Garza

EL NORTE publicó ayer que el Gobierno de Nuevo León gastó al menos 18 millones de pesos del erario para pagar publicidad destinada a intentar mejorar la aprobación popular e imagen del Gobernador Jaime Rodríguez Calderón.

La noticia no sería tan escandalosa si no fuera porque el gasto total solicitado por Comunicación Social para esa tarea titánica es de 100 millones de pesos, según reveló este periódico el 30 de agosto, los cuales serían recaudados mediante la ordeña ilegal de dependencias estatales y paraestatales.

"Nos enteramos que el área de Comunicación Social pidió 100 millones de pesos por orden del Gobernador para una campaña de spots de televisión y radio por el Cuarto Informe", declaró una fuente gubernamental.

"Pero no quieren que se refleje como gasto del Gobierno central, en el área de Comunicación Social, y los quieren pasar a varios organismos, que tendrían que aportar cada uno entre 8 y 10 millones de pesos, que serían justificados como gastos propios en esas áreas".

Si el declarante no miente, se estarían desviando recursos públicos millonarios de diferentes dependencias, lo que en cristiano significa que posiblemente se estaría cometiendo al menos el delito de peculado, por todos aquellos participantes en este nuevo atraco al erario, que supera por mucho en gravedad a las faltas cometidas en el caso de las broncofirmas.

Porque el Artículo 217 del Código Penal del Estado no solamente considera que comete el delito de peculado el servidor público que "distraiga de su objetivo" recursos públicos, sino también quien lo haga específicamente "con el objeto de promover la imagen política o social de su persona".

Luego entonces, el problema no es en sí mismo el gasto en imagen, sino la inexistencia de recursos etiquetados para dicho propósito y el consecuente saqueo descarado a las arcas de diversas dependencias gubernamentales, con la anuencia de muchos funcionarios públicos, quienes al menos deberían ser investigados.

En aquella ocasión, al develarse lo que sería la posible comisión de un delito (que no es grave por disposición de la ley, pero debería de serlo), algunas voces en el...

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