Lucrecia Lozano / Renovación en la ONU

AutorLucrecia Lozano

En un mundo en el que los conflictos militares, las crisis humanitarias que involucran a millones de migrantes políticos y económicos y los cambios en las hegemonías internacionales han desatado un escenario global de complejidad e incertidumbre, el nombramiento de un nuevo Secretario General al frente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) genera expectativas.

El "equilibrio inestable" de los años de la Guerra Fría, cuando el mundo se pintó de blanco y negro y la política internacional estuvo atada a la confrontación entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, terminó con la simbólica caída del Muro de Berlín en 1989 y la desaparición de las URSS en 1991.

"Equilibrio inestable", porque pese a la carrera armamentista entre los dos gigantes y las crisis y conflictos que estallaron en la periferia de las superpotencias, el enfrentamiento nuclear entre ambas nunca ocurrió.

Desde entonces y desde hace tiempo se ha hecho hincapié sobre la necesidad de estructurar un nuevo orden internacional. El que surgió en la segunda posguerra, cuando se creó la ONU en 1945, prácticamente se desarrolló al calor de la Guerra Fría.

Al finalizar ésta se esperaba que las oportunidades que ofrecía la globalización económica en curso constituyeran el camino para el desarrollo, la estabilidad y la paz.

Nada más lejos de ello. Las décadas recientes dan cuenta de un escenario convulso y cambiante, en el cual han emergido nuevas fuerzas desestabilizadoras. Entre ellas están los nacionalismos y los fundamentalismos religiosos, y más recientemente, como secuela de la crisis financiera del 2008 y los efectos de una globalización desigual y excluyente, la irrupción del proteccionismo.

El terrorismo islamista de ISIS en Medio Oriente, los separatismos nacionalistas en Escocia y Cataluña, o el Brexit en Gran Bretaña y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos reflejan estas tendencias.

Siempre que hay un cambio en la cúpula de la ONU renace la esperanza de que surjan nuevos consensos y un mayor -y mejor- reordenamiento de la política internacional.

El financiamiento del organismo y el incremento y diversificación de sus tareas, como el mantenimiento de los Cascos Azules en zonas de conflicto, los...

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