Lucrecia Lozano / Lecciones de Francia

AutorLucrecia Lozano

Dos términos destacaron en las campañas de Marine Le Pen y Emmanuel Macron, finalistas de la segunda vuelta de las elecciones en Francia el pasado 7 de mayo: nacionalismo y mundo global.

El Brexit en Gran Bretaña y el triunfo presidencial de Donald Trump en Estados Unidos han avivado en la escena internacional el debate entre menos o más globalización, y menos o más nacionalismo y proteccionismo, el cual se convirtió en el telón de fondo de las elecciones francesas.

De haber triunfado Le Pen, la Francia histórica de la libertad, la igualdad y la fraternidad habría dado la espalda a los principios que dieron forma y sentido a su desarrollo nacional moderno.

Pero Macron ganó los comicios, y lo hizo con un amplio margen, para alivio de quienes veían en las posturas racistas, intransigentes y ultranacionalistas del Frente Nacional una muestra de las amenazas que hoy acechan a Europa y otras partes del mundo.

En el laboratorio político de las elecciones francesas también fue posible constatar el avance de la crisis de los partidos tradicionales y su forma de hacer política.

Este fenómeno, que tiene tiempo gestándose, ocurre tanto en los países ricos como en los de desarrollo medio con sociedades modernizadas.

Ni Macron ni Le Pen militan en las agrupaciones políticas que han gobernado Francia desde la posguerra, las mismas que hoy enfrentan una crisis provocada por sus magros resultados electorales y a la que se suma el imperativo de rediseñarse exitosamente, so pena de no sobrevivir en un entorno en el que los ciudadanos ya no se dejan seducir por sus desgastadas promesas políticas.

A diferencia de Le Pen, que no está afiliada a los partidos tradicionales, pero sí es heredera política del ultraderechista Frente Nacional que fundó su padre en 1972, el flamante Presidente Macron fue un candidato independiente, postulado por un movimiento amplio en su composición y heterodoxo en lo ideológico.

Muy joven -el Mandatario más joven en la historia de un país acostumbrado a líderes maduros-, con experiencia profesional en la banca, excelente orador y un estilo de liderazgo enérgico y sobrio, que inspira confianza, es también un político novato, que emergió casi de la nada en los meses previos a...

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