Lucrecia Lozano / AMLO y el mandato moral

AutorLucrecia Lozano

Pocos pueden poner en duda la honestidad de la vida privada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, o su añejo compromiso y empeño por combatir la pobreza y la corrupción.

Pero algo diferente ocurre si los temas a tratar son su concepción de la política y su manera de operarla, su discurso político y las narrativas que lo alimentan, o su visión idealizada del pueblo, al que concibe como una unidad homogénea, sin matices ni fisuras, y en el cual son innatas la bondad y la pureza, mientras que la violencia que muchas veces cruza las acciones de ese mismo pueblo resulta ser un mero accidente circunstancial o una imposición externa.

Si la actuación política de AMLO es el resultado de la materialización de un voluntarismo que privilegia la visión y los deseos del Mandatario por encima de la ejecución técnica, la experiencia profesional o el recurso instrumental y objetivo de los datos estadísticos, su discurso no se queda atrás y se reviste con un traje moral que teje la trama de todas sus acciones y las dota de un aura casi religiosa.

En su extrañamente denominado Tercer Informe de Gobierno -¿nombre que puede ser resultado del voluntarismo presidencial que señalamos?- abundaron el optimismo y los compromisos sociales y económicos, pero también las referencias y las alusiones morales en asuntos que van desde la administración pública, la economía y la sociedad, hasta el sensible tema de la seguridad.

AMLO apuntaló el "compromiso por la regeneración ética de la seguridad y la sociedad" y ratificó su reiterada promesa de "moralizar la vida pública".

Lo novedoso en este punto fue integrar a esta postura la actual política oficial de austeridad, que ha puesto énfasis en el ahorro gubernamental y el saneamiento de las finanzas públicas mediante drásticos recortes presupuestales, al anunciar su propósito de "convertir la honestidad y la austeridad en una forma de Gobierno".

Con ello, y no sin muchos riesgos, el Gobierno de la Cuarta Transformación decide convertir a la austeridad en una estrategia, en lugar de considerarla una política susceptible de adaptarse a las cambiantes condiciones nacionales e internacionales, y sin sopesar hasta el momento el costo que...

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