Lleva al cine amor cortés

AutorTeresa Martínez

La película Fin amor, del artista Raúl Quintanilla, busca que el público vea a través de los ojos del protagonista cómo es un enamoramiento que nunca llega a consumarse.

Su filme de 77 minutos tendrá funciones hoy, mañana y el martes en Cinépolis Garza Sada dentro del Festival Internacional de Cine de Monterrey.

La historia es contada en primera persona por el protagonista, un cineasta que viaja a Barcelona por la invitación de un amigo del pasado.

Al llegar, quien lo recibe y atiende es la esposa de su amigo, una arquitecta a cargo de la restauración de edificios de Gaudí, interpretada por Elizabeth Treviño.

La anfitriona debe viajar a Francia para estudiar castillos medievales como parte de su tesis y el cineasta decide acompañarla.

"Mientras pasa esa historia, él se va enamorando más. El amigo no aparece y se crea un misterio de por qué lo invitaron, y por qué lo recibió esta mujer", compartió el ganador del Premio de Adquisición de la Bienal Femsa 2016.

"La convence de viajar a Sicilia y se vuelve una cuestión emocional, entre que no es una reacción que se vaya a consumar, nada más un fin'amor, no diría platónico, sino un amor cortés, que busca sublimar el deseo creando una película", contó Quintanilla.

Las imágenes de la película siempre tienen la perspectiva de los ojos del cineasta, quien va narrando la historia, mientras que la arquitecta sale a cuadro y aunque habla y dialoga con el protagonista, su voz no es escuchada.

Para la película, el también ganador del Arte Emergente Bienal Nacional Monterrey 2012 investigó sobre el concepto fin'amor, originado en los trovadores medievales. Y la...

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