Lleva 38 meses en prisión por portar carabina 30-30
| Autor | Luis Antonio Rivera |
Las 12:45 horas del 26 de julio del 2001 fue el último momento de libertad para el ganadero Alonso Mercado Ramos, quien desde entonces ha alegado estar prisionero en una cárcel de Reynosa por la mala aplicación de las leyes y falta de una defensa adecuada.
Más allá de solamente cruzar una frontera geográfica, la del Puente Internacional de Miguel Alemán, Mercado Ramos pasó los límites de lo legal y fue detenido por llevar oculta en su camioneta una antigua carabina 30-30, de esas piezas de museo que han mantenido a más de uno encarcelado.
La aduana mexicana y después una fiscalía federal lo acusaron de introducir ilegalmente al país un arma de fuego de uso exclusivo para el Ejército.
Por ello está purgando una condena de 8 años, 1 mes y 15 días de prisión, sin derecho a la libertad, en Reynosa.
Para esa condena ya no hay recurso o defensa legal que valga, más que una ligera esperanza de recibir el perdón a la condena del Poder Ejecutivo, encabezado por el Presidente Vicente Fox.
Mercado Ramos, un residente legal de los Estados Unidos, salió de su domicilio, en Roma, Texas, ese día de julio del 2001, para llegar a Ciudad Mier, Tamaulipas.
El semáforo del Puente Internacional Miguel Alemán le marcó el rojo, y durante la revisión las autoridades migratorias encontraron una carabina 30-30 Winchester, envuelta en una bolsa de plástico, amarrada con alambres y oculta en el eje derecho de la camioneta del ganadero.
Entonces Mercado Ramos, según su versión, recordó que la noche anterior se había embriagado en una cantina de Roma, Texas, y que ahí pudo haber sido colocada sin su consentimiento el arma, pues no tenía conocimiento de ella.
Ante el Ministerio Público de Miguel Alemán sus problemas legales comenzaron a desarrollarse: el fiscal utilizó como perito al policía federal Roberto Camarena Macías, para que diera su opinión "experta" sobre el arma que estaba en la camioneta del ganadera.
El resultado fue una simple descripción del arma, sin especificar la técnica que se utilizó para dar la opinión. El Código Federal de Procedimientos Penales señala que deben ser dos peritos expertos en el área, pero en caso de urgencia puede ser sólo uno y alguien con experiencia "técnica".
Esa prueba, que no fue impugnada por la defensa de Mercado Ramos, fue la diferencia entre la cárcel y la libertad.
Si ese peritaje hubiera sido desacreditado, el ganadero tendría derecho a estar en libertad con el pago de una multa y el decomiso del arma, por ser residente...
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