Libra Raquenel cuarto atentado

AutorEdgar Martínez y José Ramírez

Las balas de alto calibre volvieron a rondar los pasos de Raquenel Villanueva... y por cuarta ocasión, la polémica abogada ayer volvió a salvar la vida.

De nuevo fueron disparos a pocos metros de distancia y de nuevo fallaron los gatilleros.

Pero, a diferencia de los tres atentados anteriores, ahora la abogada iba "protegida" por tres guardias federales de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada de la PGR, quienes la escoltan desde hace 15 meses y que ayer no pudieron evitar el ataque ni detener a los agresores, que huyeron a plena luz del día.

Cuando la litigante salía del edificio del Poder Judicial Federal, de Constitución y Cuauhtémoc, un hombre que viajaba en un auto Tsuru, operado por un acompañante, disparó dos veces contra ella.

Tres escoltas de la UEDO que le fueron asignadas a Villanueva tras el atentado del 31 de agosto del 2000 -su tercero- la tiraron al suelo tras el primer impacto de bala y la pusieron a salvo.

El nuevo ataque contra la abogada, quien regularmente atiende casos de defensa jurídica de presuntos narcos, se cometió a las 12:30 horas cuando salía de diligencias en los Juzgados de Distrito.

En tres años y siete meses, Villanueva ha sufrido cuatro atentados: el primero de ellos con un artefacto explosivo colocado en su despacho, en la Colonia Central, y tres posteriores con arma de fuego.

En rueda de prensa, la polémica abogada aseguró que el atentado de ayer podría estar relacionado con los otros ataques que ha sufrido.

La abogada acudió a las 11:00 horas a los Juzgados de Distrito para atender los procesos a su cargo que se ventilan en esa instancia judicial.

Después de una hora y media de estar en el interior del edificio, salió acompañada de los tres elementos de la UEDO, que siempre la escoltan.

Al bajar los escalones para dirigirse a su camioneta, estacionada en la Privada Víctor Hugo, dos hombres llegaron al lugar en un Tsuru blanco y se detuvieron por la lateral de Avenida Cuauhtémoc.

Del vehículo bajó un hombre de aproximadamente 30 años y, a una distancia no mayor a siete metros, disparó en dos ocasiones contra Villanueva. El peritaje reveló que el arma utilizada pudo haber sido una calibre .45.

Al percatarse del ataque, uno de sus guardias empujó a la abogada hacia el piso para alejarla de los proyectiles y la cubrió con su cuerpo. Los otros dos buscaron también protegerla.

Ninguna de las dos balas dio en el blanco esperado: ambas se incrustraron en un edificio contiguo, una en un...

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