Legítima Defensa/ Ley penal para contrato civil
| Autor | Alfonso Verde Cuenca |
Caso 1
Abogado Verde Cuenca: un vecino me recomendó a un hojalatero para la reparación de mi vehículo. Lo llevé y le pagué tres mil pesos, pero pasaron más de 15 días y no le hacía ninguna reparación.
Fui para que me regresara mi dinero, pero el señor dijo que no me iba a dar nada, pues no tenía cómo comprobarle que le había entregado ese dinero.
Acudí a la Profeco y me pidieron algún papel donde me haya firmado de recibido el señor, pero no firmó nada. Mi vecino fue testigo de la cantidad de dinero que le entregué y está dispuesto a atestiguar, pero quiero saber ¿cómo le hago para que esta persona me regrese mi dinero? José Betancourt.
R. Amigo José: para la ley usted celebró un contrato verbal con el hojalatero en donde los dos se comprometieron a cumplir con algo, en su caso a liquidar el precio de la compostura de su carro y el hojalatero a recibir el precio y a reparar su vehículo.
El contrato la ley lo define como un convenio o acuerdo de dos o más personas que produce o transfiere obligaciones y derechos y los contratos se pueden celebrar de manera verbal o escrita. También a través de un contrato civil se puede cometer un delito.
En su caso al celebrar un contrato verbal tal y como lo ha hecho, daría a pensar que el hojalatero sólo lo está incumpliendo, pues no ha cumplido con su parte, reparando el vehículo, pero en su caso, la ley es más exigente, pues no se conforma con considerar un sencillo incumplimiento de contrato verbal, sino que considera que la conducta del hojalatero es constitutiva del delito de fraude.
Estimado José, el hojalatero lo ha engañado, le cobró tres mil pesos, usted se los pagó y él ni siquiera empezó el trabajo, de manera que la única intención al tomarle su dinero no era hacerle el trabajo de reparación del coche, sino obtener un enriquecimiento en perjuicio de usted, pues el incumplimiento no se debe a causas ajenas a la voluntad del hojalatero, sino al hecho de que obtuvo un dinero y ni tan siquiera empezó el trabajo.
La conducta del aprovechado hojalatero encaja perfectamente en el delito de fraude, pues existe un engaño idóneo (aceptar reparar el coche), para producir un error que en su caso lo convenció a disponer de su dinero (Tres Mil Pesos), lo que provocó un perjuicio económico, obteniendo así el hojalatero travieso una ganancia ilegal.
Vaya al Ministerio Público Conciliatorio, que lo acompañe su vecino testigo, denuncie su caso en Legítima Defensa y estoy seguro que podrá recuperar su dinero...
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