LEGÍTIMA DEFENSA / ¿Custodia compartida de los hijos?

AutorAlfonso Verde Cuenca

Lic. Verde Cuenca: Por cuestiones muy personales mi marido y yo hemos acordado divorciarnos de común acuerdo. Tenemos dos hijos menores de edad, ambos trabajamos y queremos ver la posibilidad de que la custodia pudiéramos manejarla libremente ambos, es decir, que un tiempo estén conmigo y otro con su padre, ¿es esto posible legalmente?

Esposa Compartida.

R. Esposa Compartida, buena decisión. Si como pareja se han dado cuenta que su matrimonio no funciona y su deseo es terminar con él, qué bueno que se han puesto de acuerdo y se van a separar de manera voluntaria, es una forma con categoría y sin desgaste innecesario, pero además compartiendo la custodia de sus hijos.

La custodia compartida de los menores hijos constituye un buen régimen para la superación de las crisis matrimoniales, pues los hijos encarnan el más estimable bien que debe salvarse y protegerse en esos casos de crisis de los papás, por su situación de desamparo frente a los intereses de los adultos.

Existe el denominado "síndrome de alienación parental", conocido internacionalmente como el proceso destinado a romper el vínculo de los hijos con uno de sus progenitores.

El término lo utilizó por primera vez el Psiquiatra Richard A. Gardner, quien en 1985, como consecuencia del estudio que realizó en casos de divorcios conflictivos o destructivos, lo supo definir.

Los especialistas en la materia dicen que existen algunos indicadores para detectar el "síndrome de alienación parental":

-Impedimento por parte de uno de los progenitores a que el otro progenitor ejerza el derecho de convivencia con sus hijos.

-Desvalorizar e insultar al otro progenitor en presencia del hijo.

-Influir en los niños con mentiras sobre el otro, llegando a asustarlos.

Ustedes, como pareja, al considerar compartir la custodia de sus dos menores hijos, piensan de acuerdo a la Psicología actual que admite: no hay nada más enriquecedor y fomentador de la autonomía personal y del desarrollo psíquico y emocional del menor que la conservación del amor de ambos padres que lo quieren y reconocen como ser querido, y nada más dañino para la autoestima y estabilidad de un niño que el alejamiento forzado e injustificado de uno de sus padres.

No hay que olvidar que cuando se rompen los lazos de un menor con su padre también se destruyen los vínculos con toda la familia paterna, pues los niños no son propiedad exclusiva y natural de sus madres biológicas.

El niño no necesita el control exclusivo de la madre ni del...

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