Un legado duradero

AutorAdrián Basilio

Además de grandes hazañas, récords mundiales y múltiples innovaciones, los Juegos Olímpicos dejaron en México una amplia infraestructura que, en su mayoría, sigue funcionando cinco décadas después de terminar esa justa deportiva.

Tanto las instalaciones deportivas como la Villa para atletas que se presentó en 1968 fueron otro motivo de satisfacción para el comité organizador, pues tanto los deportistas como el Comité Olímpico Internacional (COI) emitieron buenos comentarios al respecto.

La mayoría de las sedes de competencia ya existían y sólo fueron remozadas y acondicionadas para las competencias, de acuerdo con la Memoria Digital de los Juegos Olímpicos de México 1968, editada por la Comis20ión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) en 2003 y que se remite a la documentación oficial de los organizadores.

La entonces Secretaría de Obras Públicas (SOP) se encargó de los diseños de la Pista de Remo y Canotaje, Sala de Armas y el Polígono de Tiro con asesoría de técnicos de cada disciplina. Con excepción de la pista del Velódromo, las demás instalaciones fueron proyectadas y realizadas por técnicos mexicanos.

La construcción del Palacio de los Deportes, el Velódromo y la Alberca y Gimnasio olímpicos, así como la ejecución de las obras correspondientes, fueron puestos a concurso por la Secretaría de Obras Públicas, precisa el documento citado.

Y, a diferencia de otras sedes, como las de Atenas 2004 y Río 2016, que pronto fueron abandonadas pese a haber requerido una altísima inversión, las instalaciones olímpicas mexicanas siguen en servicio incluso para enseñar o practicar los deportes para las que fueron creadas.

JOYAS OLÍMPICAS

PALACIO DE LOS DEPORTES JUAN ESCUTIA

Diseñado por los arquitectos Félix Candela, Antonio Peyrí y Enrique Castañeda Tamborrel, se edificó en la Magdalena Mixhuca y quedó ubicado a 22 km de la Villa Olímpica.

Construido entre el 15 de octubre de 1966 y septiembre de 1968, su diseño consta de una planta circular cubierta con una cúpula cuyo claro máximo es de 160 metros y cubre un área total de 27 mil 171 metros cuadrados.

La cúpula es un paraboloide hiperbólico de aluminio tubular sostenido por enormes arcos y techado con láminas de madera impermeabilizada recubiertas con placas de cobre.

Para recibir el basquetbol en los Juegos contó con 22 mil 370 asientos, de los cuales 7 mil 370 eran desmontables, y estacionamiento para 3 mil 864 vehículos.

Actualmente es una instalación privada en la que, además de eventos deportivos, como el selectivo olímpico continental de basquetbol varonil para Río 2016, alberga conciertos musicales y diversos espectáculos.

ESTADIO OLÍMPICO DE CIUDAD UNIVERSITARIA

(Propiedad de la UNAM)

Inaugurado en 1953, el inmueble ocupa una superficie de 57 mil 262 metros cuadrados y está ubicado en el extremo sur de la capital, a 4 kilómetros de la Villa Olímpica. Para ser sede olímpica se le hicieron extensas modificaciones.

Se instalaron dos elevadores, uno para el reacondicionado palco presidencial, que sería ocupado por la Familia Olímpica, y otro para el ampliado "palomar", es decir, el puesto de observación de jueces y miembros de la prensa.

Se construyeron estructuras para el tablero electrónico y el pebetero olímpico, además de que se montaron cuatro torres extras de reflectores.

El campo y la pista fueron acondicionados para cumplir con las especificaciones técnicas de las federaciones internacionales de atletismo y futbol. Se construyeron áreas especiales para los atletas y la prensa, y se incrementó la capacidad de espectadores de 70 mil a 83 mil 700 y el estacionamiento pasó de 3 mil 300 a 10 mil 800 vehículos.

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