Lazo emocional define a papá de hoy

AutorLuis López

Hay incontables formas de ser un buen padre, pero todas, de acuerdo con especialistas, dependen de una característica esencial: la presencia.

Psicólogos y expertos en paternidad explican hoy, en el Día del Padre, las diferentes maneras en que participar activamente en la vida y en el desarrollo de los hijos genera vínculos familiares más fuertes.

El concepto heredado de la figura del padre casi exclusivamente como proveedor, y ajeno al desarrollo físico y emocional de sus hijos, ha quedado atrás, afirman los especialistas, para dar paso a uno que está totalmente involucrado en la crianza.

Que un papá no manifieste este tipo de acercamiento hacia sus hijos no quiere decir que no los ama, aclaran, pero ese amor puede traducirse en una presencia que involucre un vínculo emocional más sólido con ellos.

APERTURA EMOCIONAL

Para ilustrar la idea de una paternidad sana, Cicialli Rivas, coach de vida y familia, usa un ejemplo de una escena que puede ocurrir en casi cualquier relación de padre e hijo: un niño corre y se cae.

Esta situación, señala, puede tener dos diferentes reacciones paternas, una de regaño hacia el pequeño, y otra de comprensión y acompañamiento en su dolor.

"En un caso le dice 'te dije que no corrieras', lo levanta, lo jalonea, y este papá ama a su hijo, no digo que no, pero no le está ayudando en ese momento, el niño acaba de tener la consecuencia de lastimarse, y ya no necesitaba esta reacción que surge del miedo", explica.

"En esta misma escena desde otra perspectiva, el papá se acerca, y le dice a su hijo 'ven aquí, te hiciste daño, te dolió, vamos a respirar juntos', y después cuando llega la calma puede hablar con su hijo para que se dé cuenta de lo que puede hacer para evitar que suceda de nuevo".

Esta aproximación a la crianza de los hijos, señala la experta, es la del papá-coach, quien cumple el rol paterno de guía, apoyo y, principalmente, de conexión emocional con los niños.

Lo mejor que puede hacer un padre, afirma, es dejar que se manifiesten sentimientos como la tristeza y el enojo y no huir de ellos, pero para que suceda, es imprescindible que el papá se permita el acceso emocional a sí mismo.

"No puede ocurrir un lazo emocional con los hijos si el papá está cerrado a sentir lo que siente, a reconocer sus vivencias, sus sentimientos y su momento a momento", dice.

CRIANZA BALANCEADA

El arquetipo del padre de hace décadas era el de una figura dura y estricta, el "malo de la novela", señala Jesús Amaya, maestro en...

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