De larga trayectoria

AutorAdrián Basilio

México es de los países que ha estado presentes en casi todas las ediciones de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, además de que puede presumir ser la primera nación de América Latina en ser sede de la justa veraniega, en 1968.

Sin embargo, su ganancia de medallas aún no alcanza la centena, teniendo justamente en los Juegos como anfitrión su mejor actuación al cosechar nueve metales, tres de cada color.

Entre París 1900 y Río 2016, el deporte mexicano acumula 68 medallas, de las cuales 13 son doradas, 24 de plata y 31 de bronce, según el Comité Olímpico Internacional (COI).

La primera medalla para la causa tricolor se obtuvo justo en el debut mexicano en Olímpicos, en la capital francesa en 1900, cuando el equipo de polo se agenció el bronce.

El primer metal amarillo llegó hasta Londres 1948, gracias al salto ecuestre. Humberto Mariles, montando a Arete, se proclamó campeón en el salto individual. Este binomio hizo lo suyo para que el Equipo de Salto también subiera a lo más alto del podio.

Mariles fue el primer multimedallista mexicano, pues en la capital británica se colgó además el bronce en la prueba de los Tres Días por equipos.

También en Londres 48, el clavadista Joaquín Capilla empezó a escribir su historia en citas veraniegas ya que entonces se quedó con el bronce en la plataforma de 10 metros. En Helsinki 52, el saltarín mejoró una posición y se agenció la plata.

Cuatro años después, en Melbourne 56, ingresó por fin al Olimpo al agenciarse el oro en la plataforma y, además, ganar el bronce en el trampolín de 3 metros.

Los clavados es la disciplina que más metales olímpicos aporta hasta ahora, con 14 preseas: un oro, 7 platas y 6 bronces. Le sigue el boxeo con 13 medallas (2-3-8).

Fue como anfitrión, hace 50 años, cuando el deporte mexicano vio a su primera mujer colgarse una presea: la esgrimista Pilar Roldán conquistó la plata en florete en una competencia en la que fue la única exponente no europea que subió al podio de esos Juegos de México 68.

El primer título olímpico para una mexicana lo obtuvo la pesista Soraya Jiménez en Sydney 2000. La exponente de los 58 kilos propició también que el Himno Nacional se escuchara nuevamente en una premiación olímpica desde Los Ángeles 84, cuando los marchistas Raúl González y Ernesto Canto triunfaron en los 50 y 20 kilómetros de marcha, respectivamente.

El segundo mejor desempeño de México en unos Olímpicos se dio en Londres 2012, cuando el futbol varonil se consagró campeón y, además...

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