Lanzan reproche en territorio dolido

AutorDaniela Rea

Enviada

MORELIA.- Ante la caravana del dolor, Michoacán se mostró como un territorio dolido. Por los muertos, por los desaparecidos, pero también por ser el lugar donde el Presidente Felipe Calderón inició la guerra. Dolido porque su gente ha sido estigmatizada como "narcos" y "asesinos" a lo largo del territorio nacional.

Indignados, los michoacanos tomaron la plaza para reprocharle al Presidente, que aquí nació, una guerra que no pidieron. Lo hicieron en la voz de Ignacio Mendoza, quien era subprocurador en la zona occidente del Estado, antes de ser detenido en el "michoacanazo".

"Le exigimos, a quien en este Estado nació y que ahorita ostenta como Presidente...". El público, unas mil personas, interrumpió a gritos al orador: "¡Presidente asesino, asesino, asesino!", y el orador continuó:

"Desde este Estado donde inició su guerra, donde tuvimos granadas y muertos, donde se estigmatiza a su población como 'narcos' y 'asesinos', le exigimos que pare su guerra. Porque a la única guerra a la que le vamos a entrar es a la guerra contra el hambre, contra la falta de educación", arengó a la gente, reunida a contraesquina del lugar donde el 15 de septiembre del 2008 una granada explotó en plenos festejos patrios y mató a 8 personas.

Los michoacanos también lanzaron reclamos al Gobernador. Con el rostro cubierto con paliacates, por temor a ser reconocidos, desaparecidos y asesinados, los indígenas de Cherán llegaron a la puerta del Palacio de Gobierno a recordarle al Gobernador Leonel Godoy que les mintió. Que prometió intervenir con el Gobierno federal porque el suyo se reconoció incapaz de resolver la inseguridad y la tala de los bosques, y que a la fecha, su mentira sigue cobrando compañeros, el último fue Domingo Chávez, desaparecido el 25 de mayo pasado.

"Nuestra lucha es de justicia. La madre tierra con la vida se defiende", dijo uno de sus representantes. Y luego, dirigiéndose a la Caravana, les dijo: "Sus pasos son buenos, los seguimos con respeto".

El reclamo salió también de madres e hijas dolidas por los desaparecidos. Una de ellas, María Herrera Magdaleno, se desgarró la voz para reclamar la presentación de sus 4 hijos que salieron a vender pedacería de oro a Guerrero, y nunca regresaron. Pero no eran todos.

Faltaron, al menos sobre el estrado, las víctimas del granadazo del 15 de septiembre del 2008, las viudas de los 5 militares emboscados en el 2007.

"En Michoacán empezó la guerra y ha tenido muchas víctimas, muchos dolores. México...

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