Lambo contraataca (I)

AutorAlberto Bortoni

La sangre es caliente en el mundo automotriz y más cuando se trata de personas tan apasionadas como Enzo Ferrari. Su altanería le valió de algunos enemigos y, sin importar, qué tan poderosos fueran, eran tratados con la misma soberbia. Muchos después vendrían a darle dolores de cabeza que no se imaginaría.

Ferruccio Lamborghini fue una de sus víctimas. Lamborghini era un exitoso fabricante de maquinaria, incluyendo tractores. Había fundado su empresa después de la Primera Guerra Mundial y logró notoriedad rápidamente.

Una de sus pasiones, además del vino y el campo, eran los autos. Sus empresas lo habían hecho un hombre rico, que podía darse el lujo de tener una respetable colección de vehículos, incluyendo Ferrari.

Según cuenta la historia, en una ocasión, ante un problema con su Ferrari, Lamborghini reclamó a Enzo sobre la calidad de algunos de sus componentes. La respuesta de Ferrari fue, palabras más, palabras menos que un fabricante de tractores nunca podría apreciar sus coches.

Ferruccio, evidentemente ofendido por las afirmaciones de Enzo, decidió entonces crear su propia marca de autos deportivos. Compró una finca en Sant'Agata Bolognese, muy cerca de Módena y de la fábrica de Ferrari. Ahí planeó su imperio; trajo a algunos ingenieros de Ferrari y fundó Automobili Ferruccio Lamborghini.

El primer auto tenía lo que siempre quiso en un deportivo pero que Ferrari no había podido darle. Fue el 350 GTV de 1964, un coche de 12 cilindros con líneas de Scaglione...

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