Lado B/ 2001, (reconfigurando) la odisea

AutorMarco Granados

Se va otro año más y aunque parezca cantaleta, las cosas no cambian mucho que digamos, no sólo eso, la impresionante recesión en que se entró luego de los acontecimientos del 11 de septiembre no hizo otra cosa que recordarnos que las economías, aún las más grandes, poseen múltiples rutas de vulnerabilidad.

En la cultura nacional -al menos la que se dice oficial- las cosas van de mal en peor (y yo que pensé que ese tipo de frases estaban desgastadas) y en lo local, todos a un ritmo semilento y en muchos casos inercial nos las arreglamos para llegar a esta nueva revisión.

  1. De extravíos afortunados

    Casi para empezar el año fue el Museo del Vidrio el que con la exposición "China Imperial, Las Dinastías Xi'an" se lanzó al ruedo, la muestra con obra de distintos museos del gigante asiático poseyó todos los atributos de proyectos de esta envergadura, la curiosidad es que el vidrio no aparecía casi por ningún lado haciendo que la expo se viera impostada, aún y con toda su majestuosidad. Caso similar fue la exposición "La tierra vista desde el cielo", en el Museo de Historia Mexicana, donde a partir de fotografías aéreas del francés Yann Arthur-Bertrand se da un recorrido al mundo.

    La expo, una fiesta de color y un recorrido por gran parte del globo, nos hace ver que no hay nada más bello que lo natural y la comunión que en ocasiones logra el hombre, y que la foto hoy día posee todavía la capacidad de asombrarnos en su carácter de documento. El Museo de Historia Mexicana ha dado muestras de estar profundamente extraviado en su misión, nada más ecléctico que su agenda, lo mismo da cabida a una prescindible exposición de pintores y fotógrafos españoles, que a una muestra de arreglos de mesa o de arquitectura.

    Finalmente Marco con la primera parte del proyecto de exposiciones sobre arte mexicano, esta primera entrega con el cursi título de "Batallas al amanecer" representa todo un manifiesto de algunos de los verdaderos intereses del museo desde sus nacimiento.

    La exhibición como tal, es maravillosa, aunque un mucho amontonada, posee muchas de las obras con las que más de uno crecimos y nos acercamos al arte mexicano del siglo pasado. Tiene por otro lado muchos bemoles que van desde la obstinación en apegarse al arte moderno más que al contemporáneo o en asignar a un galerista en la coordinación del proyecto, eso entre otras cosas.

  2. Del tibio flirteo con el arte contemporáneo

    Precisamente el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey inició su décimo...

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