Karen Batres / A mitad del río

AutorKaren Batres

En estos tiempos es sorprendente cómo algunos temas que uno no pensaría que estuvieran ligados dan para pensar. En este caso política nuevoleonesa y medicina, cortesía de las broncofirmas. ¿Puede creerlo, estimado lector?

Hagamos un breve preámbulo: la relación entre médico y paciente se rige por normas establecidas en la ética médica formal.

Es una relación que se considera el corazón de la práctica médica. Sin esa relación, los pacientes no siguen las recomendaciones de los doctores, no terminan sus tratamientos, y su falta de confianza repercute en su recuperación y en el apoyo que recibe durante la misma.

Esta particular y peculiar interacción humana ha sido el tema de la filosofía, la psicología, la sociología, y la literatura desde los tiempos de Hipócrates. La razón es sencilla: un paciente confía el cuidado de su cuerpo a otro ser humano cuando ese cuerpo requiere una intervención para salvar su salud y evitar la muerte.

Ése es el elemento medular. La relación involucra, cuando es adecuada y ética, la entrega del cuerpo y su supervivencia al otro. No importa si el malestar es menor o drástico, la mera idea de tener que acudir a un médico encierra la posibilidad de morir. Si no fuera así, ningún mal sería tratado por un doctor.

El paciente supone que el doctor posee conocimientos e información superiores de una importancia vital. Como se atraviesa el cuerpo, y particularmente por ese motivo, la relación no es igualitaria. El que tiene el poder es el médico.

La confianza depositada en el doctor le transfiere la responsabilidad ética de colocar el bienestar del paciente por encima de todos los asuntos tangenciales.

El énfasis de escritos médicos colocado en las formas de establecer una buena relación con el paciente nace de la importancia terapéutica de la relación y de su diferencia en el poder entre dos personas.

Estamos en tiempos difíciles. Desde Nuevo León hasta China, el conocimiento médico, por más limitado o extenso que sea, es la única arma contra la pandemia. Desde ese conocimiento se desprenderán los remedios.

Es inquietante descubrir que el Secretario de Salud ha sido el campeón de las broncofirmas, no porque las haya recabado -ése es otro tema-, sino porque afirma que algunos firmantes eran sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR