Karen Batres / Complejidad que nos vence

AutorKaren Batres

La migración moderna es un fenómeno complejo que no puede tratarse, y menos remediarse, con posturas ideológicas trasnochadas que no toman en cuenta la realidad actual, ni tampoco con actitudes agresivas que ponen en riesgo los derechos humanos de los migrantes.

Es un fenómeno que crece año con año, sin perspectiva de disminuir. Lo impulsan las guerras internas, el cambio climático, la ausencia de oportunidades económicas, la violencia cotidiana y el caos político.

Existe un consenso acerca de la necesidad de contar con más datos acerca de los efectos de la migración en los países anfitriones que reciben a los migrantes, ya que la misma complejidad del problema estorba la colección de información fidedigna, excepto en aquellos países avanzados que más o menos registran la situación sociopolítica de sus migrantes.

Éstos pueden representar una fuente requerida de trabajo y conocimientos, en detrimento de las naciones que abandonan. Que sea una fuente requerida no garantiza ni el trato, ni la recompensa económica, ni el recibimiento por parte de la población local en los lugares donde los migrantes se asienten.

Una reportera de la BBC, intrigada con el porqué del voto de su pueblo natal para salirse de la Unión Europea, decidió regresar a tomar el parecer de los aldeanos. Lo que descubrió fue revelador.

Esta aldea de Gales contaba con un complejo comunitario con instalaciones deportivas, producto de financiamiento de la UE.

Además, no hubo ni un solo migrante en la aldea, pero las personas entrevistadas por la reportera mostraron un rechazo hacia los migrantes como un motivo poderoso para salirse de la UE.

La única conclusión a la que llegaba la reportera era que el voto de la aldea fue visceral y sin una sola experiencia negativa que lo justificara.

Países como Suecia y Alemania, con políticas sofisticadas y humanistas para la integración de los migrantes a sus respectivas sociedades, han visto brotes de violencia y un rechazo hacia los extranjeros que llegan a sus ciudades en busca de una mejor vida.

Es lógico. Los migrantes hablan otros idiomas, se ven distintos y la mala conducta de unos cuantos puede teñir al grupo entero. Por más planeado que sea un programa de...

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