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Karen Batres / Claroscuro

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Vincent
AutorKaren Batres

La táctica propagandística de mérito por asociación se utiliza cuando una figura famosa (jugador de futbol, actor, piloto de Fórmula Uno, etc.) presenta un producto que nada tiene que ver con la figura excepto el hecho de que ésta fue pagada por aparecer junto con el producto y decir algunas líneas alabándolo.

En la política, se usa la maniobra de culpa por asociación: fotos de políticos o candidatos al lado de individuos de dudosa reputación, por ejemplo.

El video de la candidata Morenista, Clara Luz Flores, en conversación con el engendro Keith Raniere es un esfuerzo de este tipo. La implicación simplista es evidente: Raniere es un delincuente, por ende, Flores se asocia con delincuentes y comparte su culpabilidad sólo por ese hecho.

Hay muchísimas personas que han tomado cursos de dianética, el ala operativa de cienciología, pero ello no quiere decir que son cómplices en los múltiples fraudes del líder actual de cienciología.

Miles de familias han educado a sus hijos en los Institutos Irlandeses y han conocido a los sacerdotes que encabezan la dirección de los Institutos, pero ello no quiere decir que ni las familias ni los sacerdotes son cómplices de la loca perversión de Marcial Maciel.

Dos razones explican el fenómeno. Cualquier persona es vulnerable ante los ganchos de un sociópata hábil, y cualquier persona es vulnerable ante la propaganda bien diseñada.

No es necesario ser ni tonto ni muy ingenuo para ser la víctima de estos sociópatas, quienes suelen ser expertos intuitivos en cómo apelar a las necesidades psicológicas de la gente y cómo ofrecer ventajas en el desarrollo y mejoramiento personal.

El atrapamiento para la víctima de culpa por asociación estriba en el tiempo gastado en explicaciones y en la adopción del discurso opositor a fuerzas. Las únicas opciones son ignorar el ataque propagandístico y esperar que las consecuencias no sean demasiado caras, o perder tinta y aliento desmintiendo el ataque.

La segunda opción distrae la atención del público con una dosis de escándalo y goce subterráneo, permitiendo al atacante salirse por la tangente ante los...

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