Karen Batres / Chernobyl a la mexicana

AutorKaren Batres

La impactante miniserie de HBO, "Chernobyl", recuerda al mundo el peor desastre nuclear en la historia, con información que congela el corazón. La explosión del núcleo del reactor liberó el infierno de la fisión atómica en la tierra.

Aquel infierno sigue vivo porque la vida atómica media de las sustancias radioactivas que fueron el producto de la explosión es de miles de años.

La cifra oficial del Gobierno soviético fue de 31 personas que perdieron la vida. El sentido común indica que fueron miles de personas: algunas murieron rápidamente, otras murieron de cáncer a los pocos años. Los niños son los más vulnerables a la radioactividad debido a que sus cuerpos se desarrollan y su viva actividad celular se expone a mutaciones.

Esta pesadilla nos recuerda que la ideología no es sólo un conjunto de ideas y teorías que explica el mundo político y económico, sino también una receta para el deber ser, de cómo el mundo tiene que ser, sea realista o no la receta, se apegue o no a la realidad comprobable.

La burocracia soviética y su modus vivendi declaraban que no era posible que el programa nuclear de esa nación pudiera tener fallas. No importaba la información científica, ni hacía impacto alguno la evidencia directa e incontrovertible. Lo que la ideología exigía era a fuerzas la realidad, costara en vidas lo que costara.

Ese momento en que una ideología se desliza de un intento de explicar el mundo hacia una declaración de cómo el mundo tiene que ser obedece principalmente a intereses de poder, la imagen ante el mundo y ante sí mismo de un Gobierno o movimiento.

Vivir en la mentira no es casual. Tiene un fin, y cuando la mentira es una herramienta (como lo fue en la Unión Soviética), siempre se pierde el rumbo.

La realidad se impone, ¿pero a qué precio? ¿Y quiénes pagan?

En 1987, llegaron tres barcos a Veracruz desde Irlanda. Contenían leche en polvo comprada por Conasupo. Para aquel entonces, la radioactividad de Chernobyl había llegado a muchas partes de Europa, y la leche en polvo que nos vendió Irlanda estaba contaminada.

La leche en polvo se distribuyó, pero son nulos los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR