Jugadores de pelota: La otra Selección

AutorAdán García

EL NORTE / Michoacán

TINGAMBATO.- Fauleado por el tiempo y el olvido, el juego de pelota prehispánico se enfrenta a nuevos deportes que amenazan con eliminar su práctica en las regiones indígenas de México.

El futbol lo ha mandado a la banca en varias zonas, como en Michoacán, donde se localizaron los primeros vestigios del deporte étnico (1800 a 200 a.C.).

De acuerdo con un documento del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el hallazgo se realizó en la comunidad de El Opeño y consistió en algunas figurillas de arcilla de jugadores de pelota.

Hoy en día son escasos los pueblos que conservan esta tradición.

La Asociación de Deportes Autóctonos en Michoacán reporta unos 250 jugadores entre más de 3.9 millones de michoacanos, es decir, menos de tres por municipio.

"Ya no se practica, la gente se ha olvidado de él, los niños ni siquiera saben que existe, prefieren el futbol", reconoce Octavio de la Cruz Martínez, custodio especializado en Zonas Arqueológicas del INAH.

En la Sierra Sur del estado se ubica uno de los centros ceremoniales más importantes de la zona Centro Occidente del país, el cual parece corresponder a la cultura teotihuacana.

Por siglos el lugar permaneció sepultado bajo cultivos de maíz y árboles frutales, hasta su descubrimiento en 1942.

Tuvieron que pasar 37 años más para que en 1978 el Gobierno del Estado iniciara la exploración de la zona dejando al descubierto un conjunto arquitectónico que impactó a los pobladores.

El sitio consta de una pirámide, la plaza principal, una piedra de sacrificio, un altar, una tumba y varias habitaciones que hoy son exhibidas al público.

Durante las excavaciones también resurgió un cuerpo rectangular a desnivel, tipo alberca, hecho a base de rocas. Se trataba del antiguo campo del juego de pelota.

Esta estructura se orienta de norte a sur, es cerrada y hundida. Su forma es como una doble T unida por la parte inferior, y está compuesta por un pasillo central o cancha, limitada por banquetas y muros verticales que parecen hacerla de tribunas.

El campo cuenta con dos cabezales o pasillos laterales. En el cabezal del sur se observa una escalinata para bajar al terreno de juego.

La cancha mide 39.5 metros de longitud y 13.5 metros de ancho. El piso queda a 2.40 metros de profundidad con respecto al nivel de la cancha.

La misma altura alcanzan los muros verticales, los cuales llevarían dos anillos empotrados en su parte media y central, las "porterías".

Durante los trabajos de...

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