Juega con reglas del erotismo

AutorDaniel de la Fuente

Ahora que está tan de moda la película mexicana "Y tu Mamá También" con sus críticas por el contenido, bien cabría las preguntas de hasta dónde lo erótico y en dónde lo pornográfico. ¿Qué separa a los creadores del "exceso"? Y una pregunta más: ¿el "exceso" existe?

Pareciera difícil hacer literatura erótica y, sin embargo, para el español Andreu Martín, ganador del certamen La Sonrisa Vertical con su novela "Espera, Ponte Así", el paso no fue tan complicado. Sólo escribió los deseos de un director teatral que se enamora de una de sus actrices y todos los pesares que esto le conlleva.

"Hace mucho tiempo aprendí que sólo se puede escribir bien desde el entusiasmo y la pasión", comenta en entrevista el autor español.

"Igual que mis relatos policiacos son fruto de una entrega entusiasmada y apasionada, esta novela también lo fue. Me empeñé en descubrir qué claves tenía para mí la narrativa erótica, cuáles eran sus reglas de juego. Jugué a buscarlas y parece que gané la partida".

El autor, reconocido escritor de género negro en el Viejo Continente, señala que en esta divertida y sensual novela no trató de reflejar nada concreto de su mundo real.

"Figúrate: con la cantidad de asesinos del hacha que han aparecido en mis novelas, me habría ganado más de una antipatía", dice con humor.

"En cada uno de los personajes hay algo mío y, sin duda, detalles pellizcados aquí y allí, de experiencias personales o anécdotas ajenas, pero la ficción es, precisamente, una fuga de la realidad. Y creo que se equivoca el que trata de confundirlas".

Aunque Martín procura no tener en mente ninguna influencia mientras realiza una obra, el autor erótico que más tuvo presente fue Pierre Louys, quien le divierte especialmente, aunque no releyó ninguna de sus obras mientras escribía "Espera, Ponte Así".

-- La insatisfacción es un elemento clave en la vida del director. ¿Considera que la sexualidad ha tomado matices desconocidos en la actualidad? ¿Cuáles serían?

"La insatisfacción es clave en la personalidad del protagonista de la novela porque él representa bastante bien esta sociedad insatisfecha en que vivimos; sociedad dirigida por la publicidad y donde se fomenta el deseo no satisfecho: siempre nuevos deseos, como zanahorias para correr en pos de ellas y tener un motivo para vivir hasta mañana.

"Difícilmente se disfruta de la satisfacción, del placer de saborear un privilegio, porque esta satisfacción se ve empañada por los cientos de deseos que se nos despiertan a...

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