Josefina Leroux / Vacuna familiar
| Autor | Josefina Leroux |
No sólo de influenza debemos vacunarnos, también de la incomunicación familiar. Este 2019 puede ser diferente si se hacen cambios trascendentes en las familias.
En México, el suicidio juvenil se ha convertido en la segunda causa de muerte de este grupo. Según datos del Inegi, en el 2016 se registraron más de 6 mil 291 suicidios en toda la población, con una tasa de 16.4 incidencias por cada 100 mil habitantes en el grupo entre 15 y 24 años.
¿Por qué se suicidan los jóvenes? Cuando iniciaba el 2018 conocí a una adolescente que me compartió una historia depresiva sin aparente motivo. Había pensado varias veces en suicidarse.
"La muerte es lo mejor que pudiera pasarme", decía. Su vida como la describía era normal, no tenía problemas, era su forma de pensar lo que le hacía creer que no valía la pena seguir viva.
Ella quería otra historia. La detenía el sufrimiento posible que provocaría a su familia, pero con todo y eso a veces pensaba que era mejor quitarse del camino porque creía que dejaría de estorbar.
El problema es que no tenía gran cosa que hacer, su vida carecía de sentido. Los motivos para suicidarse son diversos, pero un denominador común en los y las jóvenes es la falta de sentido en la vida.
La adolescencia es una etapa en la que ocurre el florecimiento de una identidad, pero es difícil de fraguar sin espejos que reflejen ideales, ni historias que provoquen inspiración o, al menos, experiencias familiares afectivas.
Ser joven es una forma de estar incierto en la vida que se termina con la toma de conciencia de una vocación, decisiones y aprender a responsabilizarse por éstas.
Según describe el boletín informativo de octubre pasado de la UNAM, en México el número de jóvenes entre 12 y 24 años con depresión es de aproximadamente 2.5 millones, de acuerdo con especialistas de esa casa de estudios.
La mitad de las enfermedades mentales empiezan a manifestarse en esta edad, pero generalmente no se detectan ni se tratan.
El Estado se ocupa de la prevención de las enfermedades que le cuestan al Instituto Mexicano del Seguro Social, pero de las que no están contempladas en el cuadro básico nunca habla y menos previene.
Cuando los adolescentes hablan de sus problemas y se sienten escuchados pueden encontrar soluciones y sentido a sus vidas.
Sucede como en el cáncer: cuando los trastornos emocionales y mentales se detectan tempranamente, pueden aliviarse, pero si se descuidan...
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