Josefina Leroux / El tiempo de los otros

AutorJosefina Leroux

El noticiero "Primero Noticias" empieza a las 6:00 horas; todos los colaboradores deberían estar listos a esa hora, pero no siempre sucede. El lunes pasado, el comentarista de espectáculos llegó 50 minutos tarde y su jefe lo comentó al aire. El comunicador no se dio por aludido, lo enfocaron las cámaras cuando llegaba y él como si nada, ni siquiera ofreció disculpas.

No es raro que suceda, Carlos Loret de Mola también lo dijo: "¿Quién no ha llegado tarde algún día?", preguntó a sus compañeros de programa. Sólo dos voces se escucharon diciendo: "yo".

Seguramente les ha sucedido estar en la puerta de un banco esperando a que abra. Pero el encargado anda buscando las llaves a esa hora o se ve a través del cristal conversando con sus compañeros, de modo que cuando quita los seguros de la puerta ya son las 9:05 o más tarde.

Ya adentro, las cajeras tampoco han llegado a su sitio, y si lo hicieron, están acomodando sus cosas, contando dinero, cambiando de fecha el sello, etc. Me ha tocado esperar 15 minutos antes de ser atendida siendo la primera de la fila. Muchos dirán que no es nada.

Aun en la academia, en clases, conferencias, presentaciones de libros, la mayoría de las veces los actos inician tardíamente y, cuando ocurre, los protagónicos roban el tiempo de los demás a su antojo.

Esto lo comprobó el psicólogo Philip Zimbardo en su clásico experimento sobre una supuesta cárcel en Stanford -un estudio de simulación de la psicología del encarcelamiento: quien escala el poder lo usa en contra de otros, aun inconscientemente.

Aprovecho la anécdota televisiva y experiencias cotidianas para enfocar un tema que nos tiene emproblemados, precisamente por no darle la atención debida.

Cuando estamos acostumbrados a una forma de hacer las cosas, lo que debería ser se da por descartado, queda desapercibido. Hablo del respeto del tiempo, del respeto al otro.

Hace un par de años asistí a un congreso de psicología clínica en Londres, que estaba programado iniciar a las 9:00 horas. No un minuto antes ni uno después inició la sesión. La presentadora terminó su ponencia, tal y como lo señalaba el programa, a las 9:55 horas; la siguiente tomó el micrófono exactamente a las 10:00. Así sucedió durante los tres días de la reunión. No hubo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR